Miguel Hernández revive en Orihuela
Liberto Rabal protagoniza la teleserie 'Viento del pueblo' que se graba en la casa del poeta
La casa-museo de Miguel Hernández en Orihuela se convirtió ayer en escenario del rodaje de la serie televisiva Viento del pueblo, producida por TVE en convenio con la Generalitat Valenciana, que narrará la vida del poeta oriolano desde los 14 años hasta los 32, cuando murió en la cárcel de Alicante. El director Jose Ramón Larraz dirigía ayer las primeras escenas oriolanas de la serie, con el actor Pepe Sancho en el papel del severo padre del poeta, mientras el ambiente de la casa tornaba por la magia del cine y los vestuarios a las primeras décadas del siglo XX.
Unos 300 oriolanos participarán como extras, algunos de ellos actores en papeles destacados como el de García Lorca (Sergio Villanueva). El rodaje se desarrollará en distintos escenarios de Orihuela y Cox (donde vivió el poeta tras casarse); antes se tomaron escenas en Madrid y Toledo. Los actores principales, Liberto Rabal como Miguel Hernández y Silvia Abascal como la esposa del poeta, Josefina Manresa, comienzan hoy a rodar. Con unos 500 millones de pesetas de presupuesto, la teleserie tendrá una duración de tres horas y se emitirá en dos capítulos de 90 minutos. Junto a la casa donde vivió el poeta, la sierra y el palmeral que le inspiraron, se rodará también en otros puntos de la ciudad que todavía conservan el ambiente de los años 20 y 30, en los que se centrará la grabación.
El objetivo es que la película sea emitida por TVE a partir del otoño de 2001. Esta producción ha sido llevada adelante por la productora valenciana Fridonia Producciones y la madrileña Lotus Films, autoras del proyecto junto con el director Rafael Moreno, cuyo fallecimiento el pasado mes de octubre hizo necesario buscar al actual director, Jose Ramón Larraz (conocido por series de TVE como Goya), de 72 años, y con residencia habitual en Londres.
Durante la sesión de rodaje de ayer en la casa de Miguel Hernández, Larraz comentó: 'Lo que me interesaba [de Hernández] era su vida; un hombre que si hubiera sido mecánico de la Renfe no habría trascendido, pero lo habría seguido igual por su bondad y su honestidad'. Elogió al poeta como 'un hombre sorprendente' y los buenos escenarios que conserva Orihuela para esta producción.
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