Internet ofrece miles de fotos de niños para adoptar
Miles de imágenes de niños 'disponibles' inundan la Red en páginas de agencias internacionales
Las familias interesadas en la adopción de un niño en el extranjero pueden encontrar en Internet, el gran supermercado, a su niño ideal. No encontrarán sólo una agencia, una dirección o un teléfono. Más de 5.000 fotos de niños disponibles en todo el mundo aparecerán en su pantalla en un repaso rápido por la Red. Aunque no se revelan datos que puedan identificar al niño, tales como su apellido o la ciudad en la que vive, se accede a un nombre, un país de origen, una fecha de nacimiento y, eso sí... una foto enternecedora, lo primero que cualquier padre querría ver. Las imágenes se suceden como en un catálogo, a la espera de que una familia se pare en unos ojos y haga click en imprimir. Y esa familia puede ser española.
'Yo le mando la foto, y si le gusta el niño se viene a Bulgaria y empezamos los trámites'
Nada impide que una pareja de nuestro país, una vez obtenido el certificado de idoneidad que se exige en cada comunidad autónoma, se ponga en contacto con cualquiera de estas agencias y, en vez del clásico 'quiero adoptar un niño y no sé por dónde empezar', tenga información suficiente para decir 'quiero adoptar este niño, el de la foto, y quiero saber qué papeles necesito, cuánto me va a costar y cuánto tiempo lleva'.
Apenas diez minutos navegando, un par de llamadas, y ya estamos en contacto con el doctor I. P., que desde su oficina en Sofía, Bulgaria, nos dice que 'no hay problema' para conseguir un niño búlgaro. Nos pide algunos datos económicos y de situación familiar, pero 'no hay ningún problema' para conocer al niño antes de comprometerse, algo inconcebible en una agencia española. 'Con esos datos en la mano, le mando una foto de un niño con las características que usted quiere. Si le gusta el niño, se viene a Bulgaria y lo conoce. Entonces decide si se lo quiere quedar o no y empezamos los trámites'. En un máximo de nueve meses, y con 9.000 dólares (1.700.000 pesetas) de por medio, nos promete un niño huérfano búlgaro de entre dos y cinco años.
Un nombre y un teléfono
Igualmente, nos interesamos por Luis Alberto Escobar, un precioso niño con apellidos que nació el 21 de diciembre pasado en Guatemala. Es moreno, y está en un capazo, con cara de listo, en la página web de la agencia norteamericana Rainbowkids. El lema debajo de la foto reza 'este precioso niño está sano y vive en un orfanato'. 'Para más informacion...', un nombre y un teléfono en Nueva Jersey, donde nos dicen que no hay problema, que ya han trabajado antes con familias inglesas o alemanas. En cifras: unos 5 meses y 21.000 dólares (casi 4 millones de pesetas).
Tom Doughton, de European Adoption Consultants, tiene una frase definitiva para aquellos que se sientan tentados por las fotos: 'si una oferta es demasiado buena para ser verdad, es que no es verdad'. En la página de su agencia, tan sólo aparecen imágenes de niños que ya han sido adoptados, como reclamo publicitario y ejemplo de eficacia de sus gestiones. Además, sólo trabajan para familias americanas, 'porque no podemos abarcar todas las legislaciones, es más, no creo que nadie pueda'. Por eso no se fía de las agencias que no ponen problemas para adoptar desde España u otro país. 'Lo que están diciendo al cliente es que pueden arreglar la burocracia de tres países. Por mi experiencia, puedo decir que si con dos ya es complicado, los niños pueden ser adolescentes para cuando se consiga todo el papeleo que pueden exigir tres países distintos'.
Una visita a Internet 'ahorra muchos trámites, y sobre todo ayuda a poner en contacto a las familias con los trabajadores sociales'. Melissa Kosmen, del National Adoption Centre de Estados Unidos, explica que en su página web sólo aparecen las fotos de los niños en oferta tras obtener el permiso del trabajador social a su cargo. Además, destaca que no hay datos que permitan identificar al niño. 'Gracias a Internet, el año pasado conseguimos casa para 320 niños', afirma. Los únicos límites que tienen para poner fotos son el permiso del trabajador social que cuida del niño en el orfanato y la legislación del país de origen. Por ejemplo, China, uno de los principales viveros de niños para adopción en occidente, con decenas de páginas web monográficas, prohíbe publicar sus fotos.
El cauce habitual para adoptar un niño extranjero en España es dirigirse a la Comunidad Autónoma para obtener un certificado de idoneidad, que tarda meses. Después, a través de una agencia colaboradora en adopción internacional (ACAI), se busca el país, las características del niño, se gestiona el viaje, los papeles, etcétera, en un proceso que lleva como mínimo dos años de espera, dependiendo del país de origen. La clave es que en EE UU las adopciones las pueden gestionar agencias privadas. En Europa, sin embargo, las agencias son prácticamente tuteladas por el Estado. Un portavoz de Interadopt, una ACAI de Castilla y León, matiza que 'en EE UU no ven la adopción como un sistema de protección de menores, sino como una cuestión privada, familiar. Las dos preguntas clave que hay que hacer para saber si una agencia es fiable son quién propone al niño y quién dice que eres su padre. En el primer caso, debe ser siempre una institución oficial, desconfiar de orfanatos privados. En el segundo, la paternidad sólo es válida si la dicta un juez. No vale cualquier papel'.
En el caso de España, colaboran con las Comunidades Autónomas, que otorgan el certificado de idoneidad necesario para iniciar los trámites. Esto otorga unas máximas garantías, como por ejemplo que el niño no es robado ni tiene una familia que lo vaya a reclamar, como sucedió en el caso de las gemelas británicas adoptadas por Internet. Pero también hace todo el proceso más lento. Según la Associació Adopta, de Cataluña, 'la pesadez de los trámites habituales para la adopción hace que el 50% de las solicitudes iniciales nunca llegue hasta el final'.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.