50.000 manifestantes turcos culpan al Gobierno de la crisis económica
El Ejército suspende sus compras de armas para recortar gastos
Una vez concluida la protesta en el centro de la capital turca, grupos de manifestantes se negaron a dispersarse y se enfrentaron a la policía, que practicó decenas de detenciones. El gobernador de Ankara decidió después prohibir las manifestaciones.
El ministro del Interior, Saadettin Tantan, dijo que cerca de mil manifestantes, presuntamente pertenecientes a organizaciones radicales, atacaron a las fuerzas de seguridad cuando pretendían dirigirse al Parlamento. La agencia de noticias Anatolia aseguró que al menos cien policías y cinco periodistas resultaron heridos, pero no precisó el número de lesionados entre los manifestantes.
Varios miles de manifestantes salieron también a las calles en otras provincias turcas como Izmir, Konya, Kutahya, Ceyhan y Gaziantep para protestar contra el Gobierno.
El primer ministro turco, Bulent Ecevit, afirmó ayer que no se considera una persona apegada al poder, y que dimitirá cuando lo crea necesario, tras advertir de que una crisis de Gobierno en tiempos de crisis económica tendría severas consecuencias. El Ejército, mientras tanto, ha decidido suspender programas de adquisición de armamento que suman un total de 19.500 millones de dólares (unos 3,6 billones de pesetas) para recortar gastos.
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