Unicidad
Se empleaba esta palabra para pedir el sindicato único: nunca sucedió. La unidad es otra cosa; es la que han mantenido los dos principales sindicatos, CC OO y UGT. Hay otros -CGT, CNT, ELA- que no han entrado en la tendencia a la pirámide de la nueva política: han roto los años de unidad, por una cuestión de pensiones, y hay desolación, sobre todo por una cuestión simbólica, que es la del 1 de mayo. Qué tontería. La verdad es que durante la unión la fuerza del trabajo ha disminuido.
Ahí están, en su campamento de Madrid y en otras ciudades, los trabajadores de Sintel, desoídos por todos. Ocho meses, creo, sin cobrar sus pagas. Y están los trabajos esclavistas de inmigrados. Las jubilaciones anticipadas, el sueldo menor de las mujeres, el paro más alto de Europa, los contratos más precarios y tristes, los sueldos congelados. Puede que sea un asunto que desborde el trabajo sindical; una modificación de las técnicas, una sustitución del brazo que, sobre todo, ha hundido al Tercer Mundo que huye de sí mismo: estaba muy mal colonizado, está peor ahora. Y ha devaluado a las clases obreras en el país. Se añade la sumisión de la clase media: pone su gasolina, conduce su coche, empuja el carrito, friega sus suelos. Estos trabajos desplazados se han sustituido por subsidios, pensiones, residencias y medicina pública.
Cada día decrecen las prestaciones: los minutos de consulta del médico, las listas de espera, la calidad de las medicinas, las plazas en los asilos donde los mayores sufren y donde a los menores les pegan (ya sé que son sólo algunos), el trato en la ventanilla, la frondosidad de la burocracia. Quizá Comisiones, que firmó un pacto, piense que no hay otra posibilidad y que saca lo que puede; quizá UGT cree que es mejor volver a la lucha. Aznar, delegado del capitalismo mundial en el Gobierno, no tardó más que unos minutos, después del pacto, para decir que en el futuro será peor: cuando termine el plazo, las pensiones serán menos y las cantidades menores. Porque no se repone la mano de obra: nacen menos asalariaditos. Menos destinados al fracaso escolar. Puede que el anciano sea anciano antes, burocrática y legalmente. Cuando estos agentes vuelvan a ganar las elecciones, y su mayoría absoluta, lo que antes se llamaba 'cuestión social' multiplicará su situación actual.
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