Las malas perspectivas obligan a Rato a revisar el cuadro económico español

La economía española no va a lograr el ritmo de crecimiento previsto para este año, lo que ha llevado al vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, a anunciar ayer una 'ligera' revisión a la baja. Desde el 3,6% que se fijó en los Presupuestos hasta un ritmo que rondará el 3,2%, según fuentes de Economía, lo que significa casi un punto menos que el cierre de 2000.

El nuevo cuadro macroeconómico se dará a conocer en fechas próximas y, sobre todo, modificará a la baja la previsión de aumento del consumo privado, inicialmente fijada en el 2,9%. Economía se quiere así curar en salud ante la previsión de que en la zona euro se confirme una desaceleración económica en la segunda parte del año, tal como estiman todos los organismos internacionales.

Pero, sobre todo, se pretende lanzar un mensaje de prudencia ante la seguridad de que el Banco Central Europeo (BCE) reducirá hoy o, a más tardar, el 10 de mayo, los tipos de interés del euro. Con la inflación española en el 3,8% -hoy se conocerá el dato de marzo y se espera un recorte de una décima-, los salarios más acelerados y el precio del dinero a la baja, el escenario puede ser el de un bajo crecimiento con tensiones en los precios.

Rato mantuvo ayer en Bilbao una reunión con la patronal vasca Confebask y allí anunció que el crecimiento económico este año 'lógicamente inferior' al previsto. La 'conexión' de la economía española con la europea hace 'inevitable', aseguró el vicepresidente, esa revisión a la baja. Destacó que, pese a ello, España 'estará claramente por encima de la media europea' en crecimiento aunque con menores tensiones en los precios.

El índice de producción industrial de febrero da muestras de que la desaceleración es ya un hecho. En relación a un año antes, la caída ha sido 1,6%, si se eliminan los efectos de calendario, lo que supone el primer descenso desde febrero de 1999.