Pujol admite que el apoyo de CiU al trasvase le supondrá un coste electoral
El presidente confirma que Unió contará con otro departamento
El presidente de la Generalitat apostó ayer en Santiago de Compostela, donde asiste a una sesión plenaria del Círculo de Montevideo, por seguir una doble estrategia respecto al Plan Hidrológico. La primera, continuar negociando con el Gobierno central una modificación sustancial del proyecto para adecuarlo a las exigencias de CiU: medidas compensatorias para las tierras del Ebro y reducción del impacto ambiental del trasvase. Sólo así, el Partido Popular podrá contar con su apoyo. La segunda, una política didáctica in situ para que los ciudadanos de aquellas comarcas comprendan que el proyecto que finalmente se aprobará es menos dañino que el previsto en un principio. Pujol reiteró su deseo de hacer cuantas visitas a Tarragona sean necesarias para explicarlo. Después de Semana Santa, empezará por la comarca de la Terra Alta. No obstante, el presidente de la Generalitat expresó su escepticismo sobre el resultado de estas visitas porque, insistió, 'se trata de una cuestión de sentimientos'.
Pujol confía en que el futuro le dará la razón, como, a su juicio, ha sucedido con el minitrasvase del Ebro. Pero hasta que esto no suceda, se mostró dispuesto a asumir las consecuencias que se deriven de ello, incluso las electorales. 'Un político', manifestó, 'tiene que pensar en perspectiva de futuro, aunque no sea rentable electoralmente en el momento inmediato. Nuestra obligación era hacer lo que hemos hecho, o sea, modificar el proyecto, porque el Plan Hidrológico se hubiera aprobado igual' con la mayoría absoluta del Partido Popular.
Pacto con Unió
Pujol informó, en conferencia de prensa, de la existencia de un pacto no escrito entre Unió y Convergència -al margen del aprobado este fin de semana para la constitución de una federación entre ambos partidos- por el cual los democristianos asumirán un cuarto departamento en el Gobierno de la Generalitat. 'El cuarto departamento vendrá en aplicación del pacto, pero ya veremos, será cuando toque', se limitó a declarar Pujol, y eludió anunciar de qué departamento se trataba y cuándo se producirían los relevos.
A pesar de la negativa del presidente catalán, es seguro que Unió asumirá la cartera de Cultura, de la que en la actualidad es titular Jordi Vilajoana. Éste, hombre de la confianza del conseller en cap, Artur Mas, podría ser nombrado nuevo delegado de la Generalitat en Madrid, donde sustituiría a Josep Gomis, que se hará cargo del Consorcio Petroquímico de Tarragona de forma inminente.
El productor de cine Félix Riera -militante de Unió desde hace una semana- figura como el candidato mejor situado para sustituir a Vilajoana al frente del Departamento de Cultura.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.