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Entrevista:FRANCESC SANCHO | DELEGADO DE LA GENERALITAT EN LAS TIERRAS DEL EBRO

'No hemos venido a apagar el fuego del Plan Hidrológico Nacional'

Francesc Sancho, alcalde de L'Ampolla (Baix Ebre) desde hace nueve años, es desde el 29 de marzo delegado del Gobierno de la Generalitat en las tierras del Ebro, la única delegación existente fuera de las cuatro capitales de provincia. Sancho, médico de 46 años, asegura que su cargo no debe interpretarse como el del apagafuegos de CiU en el Plan Hidrológico Nacional (PHN) y da por válidas las interpretaciones de que se buscó un perfil conciliador para ocupar el cargo. Aboga por llegar a un compromiso histórico con el movimiento social para impedir la extracción de 1.050 hectómetros cúbicos del río y ahogar el PHN con el desarrollo de un reglamento que lo restrinja al máximo.

Pregunta. Toma posesión de su cargo en una situación complicada, con una movilización social en las tierras del Ebro impensable hace 10 años: PHN, Enron, Mapa Eólico.

'No acabamos de entender que el enfrentamiento se haya producido con el Gobierno de CiU, cuando el PHN es del PP'
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Respuesta. Éstos son los temas bandera. Pero detrás, desde hace tiempo, aquí se ha producido una crisis de crecimiento. Las tierras del Ebro parten de una sensación de lejanía. Éramos un lugar alejado, con comunicaciones deficientes, que no se integraba en el proyecto nacional catalán pero tampoco en ningún caso en el español. En 20 años de democracia, con la mejora de las comunicaciones, se producen expectativas respecto a grandes proyectos que requieren tiempo. Muchas preguntas a las que tal vez no podemos hacer frente por falta de estructuras propias. En medio, una reivindicación territorial, y encima nos vienen problemas de fuera que como territorio no somos capaces de resolver: PHN, Enron....

P. ¿El Gobierno de CiU ha reconocido la existencia del problema al crear la delegación?

R. Hace tiempo que lo reconocía. Lo que sucede es que se ha acelerado. Se creó el Instituto de Desarrollo de las Comarcas del Ebro, con representación de los grupos parlamentarios, que no existía en ningún sitio. Ya era un reconocimiento de especificidad. Se realizó el Plan Territorial Parcial. Pero no ha sido suficiente y existe un movimiento social, que nos plantea que debemos tener cierta sensibilidad, al que el Gobierno responde.

P. Muy oportunamente, en un momento de crispación social por el PHN.

R. Nosotros no hemos venido a apagar el fuego del PHN. Que nadie lo piense, porque no es así. Incluso en el asunto del PHN tenemos la conciencia de que no es una batalla que se acabará el día de la votación, sino que es a largo plazo. Hay una cuestión de cohesión interna que nos preocupa: el movimiento social no debe desperdiciarse, no debe ser motivo de fractura social. No nos podemos encontrar con dos bloques, uno de buenos y otro de malos, porque eso desperdiciaría un movimiento en el que hay gente de todas las ideologías.

P. Participó en la rueda de prensa en la que cargos convergentes acusaron a las plataformas antitrasvase de mantener actitudes terroristas. Tal vez fue el detonante de la crispación. Con el paso del tiempo, ¿considera acertada la reunión?

R. Seguramente no acertamos el lenguaje, alguna cosa no hicimos bien porque no salió bien. Era un momento en que teníamos la percepción de que el problema del PHN lo estábamos sufriendo nosotros, cuando no lo hemos causado nosotros y cuando somos los que estamos proponiendo soluciones favorables para el territorio. No entendemos ni entendíamos que toda la presión social fuera en contra de CiU, lo que hizo que nos pusiéramos nerviosos. Por una parte, recordamos que el PSOE ya había tenido palabras muy fuertes contra los contrarios al trasvase con su PHN, y por otra, se nos tilda de traidores y verdugos. Hay gente que se pasa con el lenguaje, pero no son las plataformas ni el movimiento social, que es muy amplio.

P. ¿Hubo una mala comunicación desde el Gobierno?. ¿Notuvo la sensación la gente de que el Gobierno de Pujol estaba más preocupado por la inclusión del Ródano en el PHN que por defender el Ebro?

R. El Gobierno estaba preocupado por el Ródano para que el enfrentamiento no fuera entre territorios de Cataluña. Nunca tuvimos la intuición de que alguien pudiera pensar que estábamos traicionando al territorio. Estábamos convencidos de estar defendiéndolo desde un discurso con una oferta de negociación que podía ayudarlo. No nos sentíamos alejados del movimiento social. Por eso nos sorprendió el enfrentamiento. No entendemos que el agua se la lleve el PP y que su política -no únicamente la hidrológica porque comporta un cierto enfrentamiento con los nacionalistas- nos arrastre como partido. Aún ahora no acabamos de entender que el enfrentamiento haya sido con el Gobierno de CiU, cuando el PHN es del PP.

P. ¿Qué pasará con el PHN?

R. Haya el Gobierno que haya, el PHN, éste u otro, se hará. Quien realmente puede hacer una defensa efectiva ya no del agua, sino del delta, es la gente del territorio y de los partidos de aquí. Sólo un partido con audiencia territorial y que acabe llegando a acuerdos con los movimientos sociales puede impedir que una gran parte de extracción de agua se lleve a cabo. Nosotros nos sentimos garantes, y está en nuestras enmiendas una propuesta de compromiso histórico entre los movimientos sociales y el Gobierno: es lo que decimos cuando reclamamos un organismo que gestione y donde se representen las instituciones locales, los usuarios y las organizaciones sociales. El plan de protección del delta puede determinar la cantidad que extraer. Se trata de lograr un buen reglamento de una mala ley, pero consensuado por el movimiento social.

P. Tampoco se entiende que CiU vote en el Parlament contra el PHN y luego acuda a negociarlo a Madrid.

R. No vemos que haya contradicción. El mandato del Parlament es cambiar el PHN e impedir trasvases si no hay garantías suficientes, y eso lo estamos haciendo a través de un reglamento. Un militante me devolvía el carnet de CDC. Le hice leer las enmiendas y le dije: '¿Qué pasa si esto no se aprueba?' Y no me lo devolvió.

P. Afloran informes científicos sobre los peligros del PHN para el delta.

R. Pediría a los científicos que nos ayuden a los alcaldes del delta y a la gente de aquí cuando vayamos a hacer el plan de protección del delta. Que me ayuden como delegado a que el plan lleve sus previsiones, y si no hay garantías para el delta, que no se saque ni una gota de agua. Que no haya un enfrentamiento porque, si no, partiremos el territorio y entonces sí estará en peligro el delta.

P. Las plataformas han dicho que ahora irán a por los regantes, a quienes acusan de vender el agua.

R. Vivimos un momento difícil. El movimiento social es maduro, pero ciertas personas pueden entrar en momentos de radicalización, lo que espero que el movimiento no hará. Los regantes son un organismo más, no el único que debe entrar en la redacción del plan del delta.

P. ¿Cómo ve el futuro de las tierras del Ebro?

R. Yo veo dos escenarios. El primero, con un compromiso histórico entre el movimiento social y el Gobierno para que no se saquen los 1.050 hectómetros cúbicos y se estudien extracciones de agua de otras cuencas. El segundo escenario es de ruptura social en las tierras del Ebro, que no creo que sea posible porque, si bien hay crispación, muchas veces es por causas externas al territorio, al que se trasladan los enfrentamientos en el Parlament.

Francesc Sancho.
Francesc Sancho.JOSEP LLUÍS SELLART

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