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Reportaje:

23 años de disparates judiciales

Dos periodistas glosan en un libro resoluciones y conductas judiciales extravagantes

Desde el juez granadino que el 21 de marzo de 1990 absolvió a Jesucristo en 'juicio oral y público ante toda la humanidad' hasta el magistrado de Alcalá de Henares que, en el mismo año, absolvió a un ATS que había besado los pechos de una paciente, con el 'deseo de prestarle un buen servicio', Antología del disparate judicial, obra de los periodistas Quico Tomás-Valiente y Paco Pardo, presentada ayer por el Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, recopila muchas de las extravagancias de los jueces durante los 23 años transcurridos desde la Constitución de 1978.

El libro, editado por Plaza & Janés Editores, SA, parte de que 'la justicia no es un cachondeo, aunque haya algunos jueces cachondos', como ratificó ayer Pardo, mientras que Tomás-Valiente resaltó la absolución de acusados de violación dada la 'vida licenciosa' de la víctima o la rebaja de la pena al agresor sexual porque la agredida vestía minifalda, entre otros de los casos que relatan.

Entre las sentencias que recogen en el capítulo Sexo, togas y rock and roll, figura una de la Audiencia de Barcelona que rebajó de 10 a 2 años de cárcel la pena al violador de su esposa, entre otros argumentos porque 'el padecimiento psíquico de la víctima es muy superior cuando se ve atacada por un desconocido que cuando el que no respeta su libertad sexual es su marido'.

En materia de filtraciones de informaciones judiciales a la prensa, los autores del libro, que han trabajado como redactores de tribunales, se refieren a uno que, según ellos, 'se lleva la palma desde hace (...) más de diez años', y del que dicen que 'parece que nunca ha roto un plato, imagen que posiblemente refuerza su voz aflautada'. No dan su nombre.

El capítulo Jueces estrellas y estrellados lo encabeza una semblanza de Javier Gómez de Liaño que no responde a la pregunta que los autores se hacen: '¿Quijote o bellaco?'. Atribuyen a 'exégetas de la justicia, como explicación más recurrente a los males del juez, que le perdieron las malas compañías, por dejarse liar por ellas'.

En la presentación, Múgica dijo que el libro es 'ameno y muy interesante', y aseguró que las sentencias que no salen en él no son disparatadas, según Europa Press.

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