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Semillas con fruto

Tres jóvenes empresas gestadas en la UPV y Deusto luchan por continuar

La cría de peces tropicales, la edición de textos y el asesoramiento a entidades sobre comunicaciones y tecnología no son actividades que tengan mucho en común. Sin embargo, son el eje del trabajo y de la ilusión de tres jóvenes empresas, Norurbi, Idazlan y ZY Consulting, gestadas en los viveros empresariales de la Universidad del País Vasco (UPV) y de la Universidad de Deusto. Las tres han comenzado la odisea de lograr un hueco en el mercado.

Norurbi, Idazlan y ZY Consulting son una representación de la decena de proyectos ideados por universitarios vascos que han cristalizado hasta el momento desde que la UPV, junto con la Asociación de Desarrollo del Bajo Ibaizabal, la Fundación BBK y la sociedad pública de la Diputación Foral de Vizcaya BEAZ, pusiera en marcha en 1999 el Vivero de Empresas. La Universidad de Deusto hizo lo propio a finales del mismo año creando el Centro de Iniciativas Empresariales.

Javier Urkiaga tiene que estar agradecido, y lo está, por la ayuda que le ha prestado y le presta aún este servicio. Urkiaga, santurtziarra de 32 años y biólogo especializado en el área marina, se enteró 'de casualidad' de la existencia del Vivero de Empresas en la UPV. Pero no perdió el tiempo. 'Tenía una beca para preparar la tesis doctoral, 30 años y aún no había cotizado a la Seguridad Social cuando vi el anuncio de la primera convocatoria en el tablón de anuncios. Y me puse en ello', explica.

En ese momento comenzó la gestación de Norurbi, una empresa dedicada a la cría y comercialización de peces tropicales. 'Este negocio mueve en España más de 700 millones de pesetas al año. La mayoría de los peces se importa de lugares como Singapur y llegan muy débiles por el ayuno y el estrés. Algunos pierden pigmentación y la mortalidad es alta. Lo que buscamos mi socio y yo es evitar estos problemas con la reproducción y comercialización de especies en nuestra empresa. Así lo reflejamos en el proyecto que presentamos y con el que la Diputación nos dio una subvención. La Fundación BBK hizo un estudio de viabilidad y nos concedió un préstamo', relata.

Así, sus acuarios y sus peces pasaron del sótano de la casa de su abuela a las instalaciones que ofrece a los proyectos en marcha el Vivero, ubicado en la Escuela de Náutica de Portugalete, gracias a los más de 100 millones de pesetas invertidos por las cuatro instituciones participantes. 'Si no existiera, no sé si nos habríamos lanzado', reconoce Javier, que define Norurbi como 'un reto personal'.

Tras muchas horas, dedicación y empeño, amén de una inversión cercana a los 20 millones de pesetas, este mes, aunque 'a medio gas', la empresa ha comenzado a ofrecer sus servicios. Para Javier Urkiaga ha llegado la hora de la verdad. 'Claro que estamos nerviosos. No venimos de familia con dinero y cuando avalas un préstamo con tu piso te entra miedo. Pero creemos que es viable y tenemos muchas ganas', subraya.

Telecomunicaciones

Medio año antes que Norurbi nació ZY Consulting, una consultora de telecomunicaciones creada por dos jóvenes ingenieros de la UPV, Nobutaka Yamazika y Xabier Zubiaurre, que también ofrece su trabajo para el desarrollo de programas informáticos. Y no les va nada mal. Cuentan con un equipo de una decena de personas y la previsión de crecimiento este año es de un 60%. 'Hacía tiempo que veníamos dándole vueltas a la idea. Ser nuestros propios jefes es algo que nos atraía mucho desde el principio y veíamos bastante clara la posibilidad de salir adelante', apunta Nobutaka Yamazika.

Nobutaka agradece y valora como positivas las instalaciones y facilidades que ofrece el Vivero, aunque recalca que es necesaria también una gran dosis de 'ganas, ilusión y constancia'. 'Yo suelo trabajar de 9.00 a 1.00 y los fines de semana, si no voy a la montaña o cojo la bicicleta, también. El tópico del estudiante pasota yo lo desconozco', afirma.

Arantza Basagoiti tampoco encaja en esa categoría. Esta licenciada en Filología hispánica por la Universidad de Deusto creó junto a otros tres socios a mediados del año pasado Idazlan, una empresa de tratamiento y edición de textos especializada en el campo de la religión que ha facturado cerca de tres millones de pesetas desde el mes de agosto. 'Ofrecemos un servicio integral para todo el que quiera lanzar un mensaje escrito. No sólo analizamos el texto, su estilo, su redacción. También cuidamos su tipografía, su composición...', comenta. Sobre su experiencia como empresaria, Basagoiti es clara. 'Montar una empresa es algo apasionante, creativo y con un riesgo muy bonito. Aunque lleva mucho tiempo, me parece algo recomendable', concluye.

Un servicio para emprendedores

El Vivero de Empresas de la UPV, situado en la Escuela de Náutica de Portugalete, ya ha dado sus primeros resultados, pero su labor no ha hecho más que empezar, como destaca su director, Juan Arrúe. 'Hemos abierto ya la segunda convocatoria para presentar proyectos. Nuestra meta es convertirnos en un referente de creación de empleo dentro de la universidad y lograr que al año cristalicen cuatro o cinco proyectos de base tecnológica y 10 ó 15 de empresas tradicionales', afirma. Con este fin, el Vivero ha trabajado para contar con una estructura más clara. 'Hemos abierto dos líneas de proyectos: una para empresas de Investigación y Desarrollo, y otra para crear empresas tradicionales, algo que está más cerca del autoempleo', explica. Los proyectos seleccionados en la presente convocatoria contarán con asesoramiento y formación. Además, recibirán ayuda para gestionar trámites y solicitar subvenciones, préstamos o capital privado. Los proyectos de base tecnológica contarán con las instalaciones del Vivero durante tres años. A esto se suma una intensa labor de promoción de la cultura emprendedora en la UPV. Objetivos similares guían al Centro de Iniciativa Empresarial de la Universidad de Deusto, según confirma su responsable, Miguel Ángel Cancelo.

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