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Siemens montó en España una red de blanqueo de dinero para el pago de comisiones ilegales

La empresa alemana 'limpió' 1.518 millones mediante el canje de pesetas por talones en marcos

José María Irujo

Siemens AG, que emplea a 10.000 personas en España, cuenta con siete grandes áreas de negocio entre las que no figura la banca, pero durante la década de los noventa directivos de la empresa que fundó en 1850 Werner von Siemens, tras patentar una dinamo y un telégrafo de agujas, crearon en Madrid una red dedicada a canjear pesetas en metálico por talones en marcos alemanes emitidos por bancos suizos a nombre de la multinacional, según las pruebas acumuladas en diferentes sumarios. Fuentes de la compañía declinaron hacer comentarios sobre este asunto.

María Teresa Chacón, titular del juzgado de instrucción 39 de Madrid, que investiga la adjudicación del AVE Madrid-Sevilla, está a punto de concluir este sumario, en el que han declarado como imputados más de cincuenta personas, entre ellas varios directivos de esta compañía en España y Alemania. En los próximos días se conocerá el resultado de la denominada prueba tecnológica sobre los baremos que entonces se emplearon para otorgar este concurso de 75.000 millones de pesetas que se repartieron Siemens AG, la francesa Alsthom y la española Dragados y Construcciones. Las tres pagaron en Suiza comisiones millonarias (al menos 1.001 millones) a Luis Oliveró, condenado a 10 años por el caso Filesa (financiación ilegal del PSOE).

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Pero, además del pago de estas comisiones en Suiza, Siemens AG puso en circulación talones de su compañía a los que quisieran canjearlos por pesetas. Más de 1.518 millones cambiaron de manos por este sistema en los aledaños de su sede madrileña, en el número 2 de la calle de Orense.

La central alemana de Siemens necesitaba dinero en metálico, presumiblemente para pagar comisiones ilegales por la adjudicación del AVE Madrid-Sevilla, y un pelotón de ciudadanos españoles urgía de talones de bancos suizos, ligeros como una pluma, para sustituirlos por los pesados, incómodos y peligrosos maletines en los que hasta entonces acarreaban su dinero negro a Suiza.

Pesetas por marcos en cheques de las cuentas suizas de la primera empresa de Alemania, una compañía que factura 14 billones de pesetas bajo la presidencia de Henrich von Pieres, uno de los directivos más influyentes del planeta. Siemens fabrica desde bombillas hasta teléfonos, ordenadores, lavadoras, centrales nucleares y componentes para el automóvil.

El receptor del dinero en la sede de Siemens en Madrid, 'un hombre de unos cincuenta años, alto, algo canoso y vestido de traje', según lo ha descrito a la policía y a la juez uno de los clientes, no preguntaba por su origen porque se daba por hecho que los selectivos canjeadores de esta red, localizados con lupa por un despacho de abogados madrileño, eran distinguidos hombres de negocios que pretendían colocar su dinero en la discreta cadena de bancos suizos.

El 20 de mayo de 1991, Ramón A., de 39 años, trasladó 318 millones de pesetas de su padre a la sede de Siemens AG en Madrid para canjearlos por 20 talones en marcos alemanes. El dinero fue custodiado en un furgón de Prosegur. Ramón precedió al blindado en una motocicleta y entregó las tres sacas de plástico que contenían el dinero a su padre, que le aguardaba en el vestíbulo de Orense, 2, junto con otra persona de la que desconoce su identidad, 'aunque tenía aspecto de español', según su declaración judicial. Estos dos últimos se dirigieron al ascensor y él no presenció el canje.

Esa misma noche su padre le entregó 20 talones en marcos alemanes y le pidió que los trasladara al día siguiente a un despacho de abogados en Ginebra. El dinero procedía de una desinversión de pagarés del Tesoro, según ha declarado Ramón A. en calidad de testigo ante la juez Chacón. Los cheques eran de cuentas en UBS (Union de Banques Suisses) y el Credit Suisse. El hallazgo en Suiza del recibo de Prosegur sacó a la luz la operación.

Pero en el elenco de clientes interesados en los talones de la gran multinacional alemana aparecieron personas ajenas al mundo empresarial. Todos los implicados en los casos Roldán y Urralburu trufaron sus cuentas ginebrinas con 140 talones de la UBS contra las cuentas de Siemens AG por 19.650.000 marcos alemanes, más de 1.200 millones de pesetas del año 1990. Luis Roldán, ex director de la Guardia Civil (38 cheques); Gabriel Urralburu, ex presidente del Gobierno de Navarra (14); Antonio Aragón (12); Jorge Prieto Pardina, ex directivo del BBV (1); Francisco Guillén, ex director financiero de Huarte (1); Jorge Esparza, ex director comercial de Huarte (16); y Margarita Martín, su madre (29), entre otros.

Roldán, de 57 años, condenado a 34 de cárcel, trasladaba a Suiza su botín de comisiones en maletines que en España nadie se atrevía a abrir porque colgaban del brazo de la autoridad, pero la policía helvética obligó a comunicar los depósitos superiores a 10 millones de pesetas. El dinero ya no se podía enviar en metálico, había que conseguir cheques.

Un despacho de abogados ofreció a Esparza, de 56 años, talones de particulares que necesitaban dinero en metálico y durante algunos meses el clan Roldán se alimentó de ellos, según relató a EL PAÍS una de las personas relacionadas con los hechos. Estos cheques son los que aparecieron durante el juicio ante la sorpresa general y el quebradero de cabeza de los peritos de la Fiscalía Anticorrupción, ya que sus emisores no conocían a ninguno de los procesados que se sentaban en el banquillo.

Más tarde, el bufete madrileño informó a Esparza de la red de canjes levantada por directivos de Siemens AG. Las cantidades que se podían cambiar eran mucho mayores y la solvencia de la compañía una garantía.

El 'clan' de Roldán

Los talones de las ocho constructoras que pagaron las comisiones millonarias a Roldán, Urralburu y Aragón se cambiaban por dinero en metálico en la sucursal madrileña del BBV que dirigía Prieto y las pesetas se trasladaban a la sede de Siemens en Orense, 2, donde se canjeaban por cheques de la compañía alemana, según los testimonios recogidos por este periódico. Ciento cuarenta talones por 1.200 millones de pesetas del año 1990 que el entonces director comercial de Huarte ingresó con sigilo en las cuentas suizas del clan.

Los cheques que se canjeaban en Madrid se emitieron contra la cuenta 89088960T de la UBS, cuyo titular era el abogado de negocios Ulrich Kholi. Esa cuenta se nutría a su vez, de dos cuentas del Migross Bank de Zúrich y del Liposuisse, cuyo titular era Alois Dobler, a su vez beneficiario económico de la compañía Siemens AG, el gigante alemán.

En el juicio, Esparza se negó a contestar al tribunal a las preguntas referidas a estos talones, que fueron el misterio nunca resuelto del caso. Fue condenado a 12 años.

Fuentes próximas a los directivos españoles de Siemens destacan que los cheques se emitieron siempre contra las cuentas suizas de la central alemana con sede en Múnich. Aclaran que las contabilidades de la compañía, española y alemana, son separadas y aseguran desconocer los canjes.

¿Quién traía a España estos cheques y recibía a los clientes en la sede de Orense? Mientras se intenta responder a esta pregunta, el juez suizo Paul Perraudin rastrea otros pagos del coloso alemán, como las decenas de millones que la Bosch-Siemens ingresó en una cuenta suiza de Germán Álvarez Blanco, empresario y periodista ligado al PSOE, después de que el Gobierno de Navarra vendiera la empresa de electrodomésticos Safel a la multinacional.

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Sobre la firma

José María Irujo
Es jefe de Investigación. Especialista en terrorismo de ETA y yihadista, trabajó en El Globo, Cambio 16 y Diario 16. Por sus investigaciones, especialmente el caso Roldán, ha recibido numerosos premios, entre ellos el Ortega y Gasset y el Premio Internacional Rey de España. Ha publicado cinco libros, el último "El Agujero", sobre el 11-M.

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