(...) influir más en Europa
(...) Tras convertirse en el sexto país más inversor en el extranjero, España insiste en que se le reconozca lo que considera su nuevo status. (...) España es la única nación europea que pone en claro sus ambiciones sin incomodidad. (...) Pero existen límites para las ambiciones de España. El país todavía se queda corto en términos de reparto de la riqueza y modernización de sus instituciones. El PIB español está en torno a la mitad del de Italia, y el desempleo (...) sigue en el 13%. España señala que sus multinacionales son inversoras internacionales proporcionalmente mayores que sus homólogas de EE UU, Francia o Alemania, pero España sigue siendo un receptor de ayudas directas de la UE (lo que enfada bastante a Schröder). (...) España no ha superado todos los estigmas de su retraso en el desarrollo. Por ejemplo, España tiene una baja productividad, y en relación a otros países de la UE, no ha dejado de bajar desde 1996. El gasto en I+D es la mitad que la media comunitaria. Internet tiene un índice de penetración por detrás que el resto de países europeos a excepción de Grecia. España tiene el peor índice de accidentes laborales de Europa y de desempleo juvenil. (...) España no parece estar en posición de resolver sus problemas de status de una sola vez. Junto a sus problemas económicos, subsiste el problema del País Vasco. (...) Posiblemente Aznar ha entorpecido su posición, interna e internacionalmente, diciendo que su actual mandato será el último. Su séquito (...) no se siente muy feliz con este papel autoconcedido de pato cojo. (...)
John Vinocur
Madrid, 28 de marzo
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