_
_
_
_
INVERSIÓN
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La dosis aplicada por la FED resultó insuficiente

No se sabe muy bien la gravedad del enfermo norteamericano y tampoco se conoce con exactitud con qué intensidad y rapidez va a contagiar a las economías europeas. Daba lo mismo. En esta semana se ha dibujado un escenario muy negativo para la economía mundial. Una interpretación llevada a cabo por el volátil mundo del dinero que sentenciaba gravísima dolencia y epidemia generalizada. El mercado se puso en el peor de los escenarios y quedó completamente frustrado con la bajada de medio punto que aplicó la Reserva Federal (FED) estadounidense para dejar los tipos de interés en el 5%.

Los analistas esperan que la FED aplique antes de mayo alguna otra bajada sorpresa que abarate el mercado de acciones. Y es que la dosis resultó insuficiente para los mercados que pedían una bajada de tipos de 0,75 puntos que hubieran igualado los niveles de intervención del Banco Central Europeo (BCE) y de su homólogo allende el Atlántico. Luego surgió una negativa cifra de inflación en Estados Unidos que, en cierta medida, daba la razón a la prudencia de Alan Greenspan. Unas novedades financieras que coincidían con anuncios de despidos empresariales y con avisos sobre menores crecimientos en los beneficios empresariales. Todo ello convirtió a las bolsas en protagonistas y expresión máxima de este pesimismo que manda sobre el inmediato futuro de las economías desarrolladas.

El dinero ha dibujado un escenario muy negativo para las economías que todavía hay que confirmar -

Para más males europeos, el dólar se fortalecía frente al euro que llegaba a sus mínimos anuales y volvía a horadar el nivel de 0,90 dólares por euro. Son varias las razones que explican esta debilidad de la moneda europea. Los inversores echan en falta una mayor decisión política en el manejo de los tipos de interés en Europa. Algo así, como un Greenspan que sepa administrar la medicina que en cada momento precisa la economía europea. Además, el dólar sigue cumpliendo su papel de moneda refugio cuando se producen crisis en los mercados.

El euro no ha conseguido en su corta vida ganar la confianza suficiente para que los capitales acudan a refugiarse en su fortaleza. También, en el mercado de renta fija norteamericano se están consiguiendo mayores ganancias que en el europeo debido a que la bajada de tipos provoca la caída de la rentabilidad de los bonos, al tiempo que sube el precio de los mismos, dando una plusvalía al inversor.

El Banco Central Europeo (BCE), en palabras de su economista jefe, anunciaba que revisará a la baja el crecimiento de la zona euro, y en España el secretario de Estado de Economía también consideraba que las primeras previsiones de crecimiento habían sido optimistas.

En el caso español había un elemento negativo que se encontraba en las crisis política y económica de Argentina. Una situación que exageraba aún más los descensos de la Bolsa española, acogotada de norte a sur por el continente americano.

También Japón fue centro de atención financiera. La política de tipos de interés cero volvió a esta economía que no acaba nunca de salir de su debilidad. Una inyección de dinero para el sistema crediticio japonés que dio alegría a sus mercados, muy deprimidos que cotizan a niveles de hace un lustro.

Para la semana entrante se conocerán datos de crecimiento en el Reino Unido y también en Estados Unidos. Unas cifras ya definitivas que el mercado valorará de la peor manera posible, porque existe un profundo clima de desconfianza y cualquier justificación será buena para vender. En Francia se conocerá un dato sobre confianza empresarial que cobra ahora un especial interés, por cuanto este mismo indicador pero de la economía alemana (IFO) fue negativo y ayudó a empujar al euro. El jueves se reúne el Consejo del BCE y los expertos no pronostican cambios en su política monetaria.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_