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La 'Mir' cumple con éxito su última misión y se hunde en el Pacífico

El primer impulso de freno fue dado a las 1.32, hora peninsular española; el segundo, a las tres de la madrugada, y el último, a las 6.07, cuando la Mir pasaba sobre el océano Índico y la cordillera del Himalaya. Este último encendido de los motores duró 21 minutos y 32 segundos. Después, la mole de casi 140 teneladas se convirtió en un bólido que ardió a 3.000 grados centígrados en las capas densas de la atmósfera. Unas 25 toneladas soportaron esa temperatura infernal, aunque convertidas en una lluvia de fragmentos metálicos, y se precipitaron a las aguas del Pacífico, unos 3.000 kilómetros al este de Nueva Zelanda.

Los numerosos turistas que aguardaban en Fiyi el espectáculo de la caída de la Mir no quedaron defraudados: el cielo se iluminó con tonos dorados y plateados mientras se podían ver los fragmentos ardientes que se precipitaban al agua a gran velocidad. La mayoría de los restos de la estación, que en sus 15 años de vida alcanzó a dar 86.331 vueltas a la Tierra, encontró su tumba a más de 5.000 metros de profundidad.

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Cuando el laboratorio orbital dejó de existir, las centenares de personas que abarrotaban en los alrededores de Moscú el Centro de Control de Vuelos Espaciales se pusieron de pie para guardar un minuto de silencio. La gigantesca pantalla del Centro mostró la inscripción: OK MIR, y abajo las fechas de su nacimiento y muerte: 'Lanzamiento 20.02.86- Caída 23.03.01'. Cosmonautas, científicos, diplomáticos y periodistas habían seguido minuto a minuto la agonía del más grande ingenio espacial puesto en órbita por el hombre. Cuando todo hubo terminado, los ojos de muchos especialistas y astronautas se humedecieron: par ellos la Mir fue su mejor obra, su segunda casa, un trozo de sus vidas.

'El enorme trabajo realizado los últimos días para hundir a la Mir será estudiado como modelo, y esta experiencia será utilizada, ya que el futuro de la astronáutica pasa por el aumento de las dimensiones de las estaciones espaciales', declaró Yuri Kóptev, director general de la Agencia Espacial Rusa. 'La astronáutica rusa ha demostrado una vez más que puede resolver tareas únicas y complejísimas', agregó Kóptev, quien subrayó que ahora Rusia, a pesar de las 'dificilísimas condiciones financieras', debe 'cumplir sus obligaciones y ocupar un lugar digno en el proyecto de la Estación Espacial Internacional·.

Pero lo que Kóptev presenta como un triunfo, para algunos políticos y cosmonautas rusos es una traición. El líder comunista, Guennadi Ziugánov, declaró ayer que, después del naufragio del submarino nuclear Kursk, el hundimiento de la Mir 'es la más grande tragedia ocurrida durante la gestión del nuevo presidente ruso'. Ziugánov considera que la destrucción del complejo orbital es 'un crimen contra el futuro de Rusia, contra la ciencia y la cosmonáutica nacionales'.

Un grupo de diputados, entre los que figuran los astronautas Svetlana Savítkaya y Vitali Sevastiánov, anunciaron que han preparado un proyecto de resolución en el que se subraya que ha sido un error hundir la Mir. La estación orbital 'podía haber continuado funcionando como mínimo hasta el año 2002 y los medios correspondientes estaban previstos en el presupuesto del 2000, pero el Gobierno tomó la decisión política de destruirla y concentrarse en los trabajos del programa de la Estación Espacial Internacional. La participación de Rusia en la ISS en ningún caso puede reemplazar el programa nacional de vuelos cósmicos pilotados'. Los diputados acusan a Kóptev de haber 'informado incorrectamente' a Vladímir Putin y piden su destitución al frente de la Agencia Espacial.

A pesar de la gran precisión con que los rusos hundieron la Mir, ésta causó indirectamente la muerte de un habitante de Taichung, en Taiwán. El hombre, que sufría de depresión, no soportó la angustia que le causaba pensar que la estación podía caer en la isla: fue al cementerio donde estaba enterrado su abuelo, se roció con gasolina y se prendió fuego.

La 'Mir' cumple con éxito su última misión y se hunde en el Pacífico<p><a href="http://www.elpais.es/multimedia/sociedad/mir.htm">Gráfico</A> | <a href="http://www.elpais.es/fotografia/especiales/mir/1.html">Álbum</A>
La 'Mir' cumple con éxito su última misión y se hunde en el Pacífico

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REUTERS

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