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César Alierta suspende el lanzamiento de Zeleris, que debía crear 500 puestos de trabajo este año

El fracaso del comercio electrónico fuerza a congelar el proyecto, pactado entre Pujol y Villalonga

Zeleris, el último proyecto de negocio lanzado por Telefónica a bombo y platillo hace medio año bajo la presidencia de Juan Villalonga, nunca ha llegado a ver la luz, según confirmaron finalmente ayer fuentes de la operadora. La compañía hoy presidida por César Alierta, que había anunciado la creación de 500 empleos, ha mantenido hasta ahora un total hermetismo sobre la congelación de uno de sus negocios más emblemáticos vinculados a Internet.

La caída de expectativas sobre el comercio electrónico provocó en septiembre pasado la suspensión de este proyecto, que formaba parte del paquete de acuerdos entre el entonces presidente Villalonga y el de la Generalitat, Jordi Pujol, para amarrar nuevas inversiones en Cataluña. Los servicios de Zeleris consistían en ayudar a las empresas que quisieran vender sus productos al consumidor final por Internet mediante la gestión de todo el proceso del comercio por la red.

'La situación de la empresa es de stand by. Por el momento, no está operativa', se limitó a señalar ayer un portavoz de Telefónica. El mismo portavoz añadió que la empresa 'está buscando fórmulas sobre cómo aprovechar mejor las oportunidades que generará la logística del e-commerce ante los cambios producidos en el sector'. Según la Asociación Española de Comercio Electrónico, en el año 2000 sólo se cubrió un tercio de las expectativas sobre el comercio por la red, que en España únicamente generó el año pasado un negocio de 12.000 millones de pesetas. Los responsables de la filial han declinado reiteradamente responder a las preguntas de este periódico relacionadas con Zeleris.

La filial de Telefónica se había presentado en junio pasado como 'la empresa líder en el mundo hispano y portugués' en su actividad, pero quedó en suspenso incluso antes de empezar a contratar a los 500 empleados a los que dijo que daría trabajo.

Zeleris anunció una inversión inicial de 5.500 millones de pesetas para sus primeros tres años de vida, dos terceras partes de los cuales debían destinarse a un acuerdo con la compañía de software Oracle, que nunca llegó a cerrarse. Entre los planes anunciados también por la filial de Telefónica, que han estado colgados en la web de la operadora todos estos meses, figuraban el inicio de operaciones en España y Brasil en agosto de 2000 y un agresivo plan de expansión que preveía empezar a funcionar en Chile, Argentina, México y hasta un total de 15 países a finales del año 2001.

La previsión de ingresos de Zeleris alcanzaba los 70.000 millones en 2003, y la compañía sugirió que saldría a Bolsa cuando consiguiera un 15% del mercado.

El pinchazo del comercio electrónico, que sobrevuela también sobre el portal Terra-Lycos, coincidió con el relevo en la presidencia de Telefónica. Villalonga apostó por la creación de valor, jugando la baza de las expectativas futuras de los nuevos negocios, y por la segregación de empresas. Por contra, Alierta ha impuesto la consolidación de los negocios ya existentes y con mayor valor estratégico, en una línea que remachó la última convención de directivos del grupo. Según fuentes del sector, la actividad de Zeleris 'no tiene sentido como negocio aparte', lo que sugiere que su futuro estaría ligado a la integración en otra de las filiales de Telefónica.

Tras el parón de Zeleris, cuya sede en Barcelona era una de las bazas de Pujol, hoy mismo podrían anunciarse nuevas inversiones de la compañía en Cataluña, según fuentes de la Generalitat.

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