Más de 100 apartamentos y comercios evalúan los daños del atentado de Roses
El hotel Montecarlo calcula destrozos de entre 50 y 80 millones de pesetas
Joan Noguer, propietario de un apartamento, explica que sacó metralla del interior de su casa. Su fuerza era tal que 'llegó a agujerear las barandillas de aluminio de los balcones'. Maria Carme, propietaria de un apartamento en el edificio Roses 5, en la misma avenida del atentado, comprobó el domingo que 'la explosión arrancó incluso las guías de las cortinas, a pesar de que estaban clavadas al techo y fuera del marco de la ventana'.
Los daños en los apartamentos, que ayer eran peritados por un agente del consorcio de seguros, oscilan entre las 200.000 y el millón de pesetas. La cifra global no podrá ser precisada hasta que todos los particulares afectados hayan reclamado. Todos los titulares de establecimientos y viviendas que dispongan de un seguro deberán ser indemnizados por el consorcio de compensación, que garantiza la cobertura de las compañías ante este tipo de siniestros que no se incluyen en una póliza de seguros convencional. Aquellos que no tengan sus bienes asegurados deberán recurrir directamente al Ministerio del Interior, que dispone de un fondo antiterrorista.
El hotel Montecarlo, situado frente al lugar en el que explosionó el vehículo etarra, ha hecho una primera evaluación según la cual los daños podrían cifrarse entre 50 y 80 millones de pesetas. El vestíbulo, las estancias de la planta baja y los balcones y ventanales de su fachada principal concentran la mayoría de desperfectos. El autobús alemán estacionado frente al hotel actuó como pantalla de la onda expansiva.
El principal motivo de preocupación entre los administradores de los edificios de apartamentos siniestrados era ayer comunicar a los propietarios, en muchos casos residentes extranjeros, los daños sufridos en sus viviendas. A pesar de que muchos apartamentos estaban desocupados, algunos inquilinos muy próximos a la explosión no pudieron ser desalojados, como una pareja de Figueres que precisamente esa noche estrenaba su recién adquirida vivienda. El impacto estremecedor hizo saltar por los aires los cristales de su casa y causó arañazos en el rostro de la mujer. 'Además, su coche, aparcado en la calle, se lo tuvo que llevar una grúa', explicaba una vecina.
Los compañeros del agente asesinado se concentraron ayer por la mañana ante la comisaría de los Mossos d'Esquadra de Roses. Fueron los cinco minutos de silencio más emotivos de todos los realizados ayer. Con un silencio conmovedor, los agentes mostraron su repulsa ante el asesinato de Santos Santamaría, con quien habían compartido tres años de tarea policial. También, ante el Ayuntamiento de Roses, con las banderas a media asta, se celebraron minutos de silencio por parte de los trabajadores municipales a los que se sumaron numerosos viandantes.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.