Unos atracadores asesinan al dueño de un bar de Latina para robarle la recaudación
La policía cree que los ladrones desvalijaron el cajetín de la máquina tragaperras
El suceso se registró alrededor de la una y media de la madrugada en el número 2 de la avenida del General Fanjul. Claudio Nascimento de Sousa estaba a punto de cerrar el bar Concorde. De hecho, tenía la cortina metálica echada hasta la mitad. Entonces se desencadenó una discusión en el interior del local, según fuentes policiales.
'Nosotros nos fuimos pasadas las doce de la noche. Vimos el partido de fútbol en televisión, estuvimos charlando un rato y después nos marchamos. En el local sólo quedaban dos personas que estaban jugando a la máquina tragaperras. El resto de gente se había marchado ya y todo estaba muy tranquilo', explicó un cliente. Uno de los jugadores era alto, con el pelo rizado, largo y moreno. El otro era más bajo y corpulento. La policía investiga ahora las causas por las que se produjo la discusión, aunque todo apunta a que los homicidas quisieron hacerse con la recaudación.
La voz de alarma saltó de madrugada, cuando la esposa de la víctima acudió de nuevo al local en un taxi. Estaba preocupada porque su marido no había vuelto a casa a la hora habitual. Cuando bajó del vehículo, notó que algo no marchaba bien porque el local permanecía con el cierre bajado hasta la mitad. Entró en el bar y se encontró a su marido en el cuarto de baño de caballeros. Estaba sentado en el inodoro. Tenía dos heridas de arma blanca en la espalda y en la cabeza, según informó un portavoz de la Jefatura Superior de Policía.
Algunos vecinos aseguraron que la víctima había sido degollada. Un gran charco de sangre rodeaba al cadáver. Supuestamente le empujaron al suelo y luego le apuñalaron, según fuentes de la investigación. La mujer llamó a las 8.20 por el portero automático a un vecino de la avenida del General Fanjul número 8 y le pidió que le ayudara: 'Amador, baja, por favor, que me parece que han matado a mi marido'.
'Según me explicaron los agentes que vinieron, llevaba bastante tiempo muerto', comentó este vecino. El propio taxista, que había permanecido en el lugar, avisó desde su teléfono móvil a la policía.
Juzgado de guardia
Mientras la policía iniciaba sus investigaciones y avisaba al titular del juzgado de guardia -el número 46 de la plaza de Castilla- la mujer fue atendida por Amador en el piso de éste. Estaba muy nerviosa, por lo que el vecino le preparó una infusión de tila. El juez ordenó el levantamiento del cadáver a las diez de la mañana. La autopsia determinará cuál de las heridas que presentaba le causó la muerte. Agentes de la Brigada de Policía Científica inspeccionaron todo el local durante la mañana de ayer para recoger pistas del homicidio. Después precintaron el establecimiento.
Claudio Nascimento de Sousa regentaba el bar Concorde desde hace unos seis meses. El local le había sido traspasado por sus anteriores dueños, un matrimonio de españoles que emigraron a Francia, según explicaron los vecinos del número 2 de la avenida del General Fanjul. 'Los que tenían ahora el bar eran gente encantadora, muy trabajadores, a los que se les veía con ganas de hacerse con una clientela y aprender el idioma', explicó Amador, el vecino que ayudó a la esposa de la víctima.
Según los residentes, nadie en el vecindario había tenido problemas de ruidos o quejas con los nuevos gestores del local. 'Los anteriores dueños no tenían mucha clientela. Ahora, éstos querían conseguir más', explicaron dos parroquianos habituales, que señalaron que Claudio Nascimento también trabajaba en un restaurante gallego de la calle de Leganitos.
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