_
_
_
_
Reportaje:

El Gobierno catalán se apunta al parche

El Ejecutivo de Jordi Pujol destina mil millones a sembrar el caos en la señales de las carreteras catalanas

Desde hace algunas semanas, una parte de las carreteras catalanas tienen denominaciones distintas de las habituales. El Gobierno catalán ha destinado 1.000 millones de pesetas a rebautizar las vías y a catalanizarlas, pegando miles de parches sobre la denominación anterior. Ahora, todas las carreteras que dependen del Ejecutivo que preside Jordi Pujol empiezan por C. A su lado sigue habiendo otras que empiezan por A (autopistas cuya concesión depende del Gobierno central), por E (vías europeas), por N (nacionales), por otras C (Comarcales), por el indicativo provincial e incluso hay otros indicativos vecinales. Varias preguntas presentadas por la oposición en el Parlament señalan que el cambio, llevado a cabo sin publicidad y sin periodo de adaptación, está provocando el caos y riesgos de accidentes en las calzadas. El Departamento de Política Territorial, sin embargo, sostiene que el criterio seguido es 'científico y técnico' y, por consiguiente, 'más sostenible que el anterior'.

Sobre las antiguas vallas se han puesto pegatinas con las nuevas denominaciones
Más información
El 1 indica el sur; el 2, el este; el 3, el suroeste

La C que denomina ahora a las carreteras que dependen del Gobierno catalán significa exactamente eso, que la Administración que las cuida o las descuida es la autonómica catalana, según un portavoz del Departamento de Política Territorial. Es la C de Cataluña y de Convergència. La C estará acompañada de números cuyas cifras tienen significado 'científico', a juicio de Xavier Baulies, uno de los responsables del cambio. Baulies, que trabaja en el Área de Tecnología y Sistemas de Información de la Dirección General de Carreteras, no precisa en qué ciencia se ha inspirado la nueva normativa.

El precio de la operación de maquillaje es de 300 millones, según afirma un portavoz del Departamento de Política Territorial. No obstante, el titular de la cartera, Pere Macias, da otras cifras muy distintas en una entrevista que pública el último boletín del Real Automóvil Club de Cataluña. Macias explica que el coste de las nuevas señales es de 1.000 millones de pesetas, dentro de una partida general de 1.500 millones para señalización en general.

Las señales no se cambian, sino que sobre las antiguas vallas se ponen pegatinas con las nuevas denominaciones. Baulies dice que este sistema de parches es fiable, resistente al agua y al sol y utilizado regularmente en todas partes, antes de que el Gobierno catalán decidiera aplicarlo.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

En estos momentos, hay carreteras que presentan la nueva denominación y otras que tienen la antigua, porque 'no podíamos cambiarlas todas de golpe', afirma Baulies. El Gobierno catalán reconoce que puede parecer un lío, pero cree que sería mucho más lioso haber permitido a los usuarios un periodo de adaptación.

Las preguntas presentadas al Ejecutivo por la oposición en el Parlament se interesan por diversos asuntos. Oriol Nel.lo y Manel Nadal, del PSC, quieren saber cuál ha sido el plan de información a los usuarios sobre la nueva denominación. Dada la lentitud de los trámites parlamentarios, pueden tardar meses en saberlo, pero un portavoz de Política Territorial respondió a este periódico que no se ha efectuado ninguno, salvo repartir mapas gratuitos a los compradores de algún diario, no todos. Se editarán, precisó la misma fuente, 1,5 millones de mapas, que se regalarán por ese sistema u otros. El que no compre el diario siempre puede entrar en la web del departamento, donde está la información, y bajar los mapas si tiene ordenador e impresora en color.

Dolors Montserrat, del PP, explica en su pregunta que la improvisación supone que no haya mapas disponibles, aunque el usuario quiera buscarlos, y que es frecuente ver camiones parados en rotondas sin saber qué camino elegir. A ello hay que añadir, comenta Dolors Montserrat, que las empresas de mapas no han sido avisadas, ni tampoco el sistema GSM que sirve para los vehículos que se orientan por ordenador conectado a satélite. La culpa, explica Baulíes, es de los usuarios y de las empresas porque el Gobierno catalán ya anunció su intención con claridad en el Diario Oficial de la Generalitat de Cataluña el pasado mes de octubre. Si alguien no está al día es, simplemente, porque no ha querido estarlo.

Además, añade, salvo los extranjeros, los conductores no acostumbran a fijarse en las denominaciones de las carreteras. De ahí que sea preferible haber hecho el cambio antes del verano. Baulies no ha explicado el motivo de invertir 1.000 millones en los cambios si la denominación no es utilizada por los usuarios.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_