¿Qué enseñanza superior de música debemos tener?
Los estudiantes acusan de elitista a la nueva Escuela Superior de Música de Cataluña
La polémica persigue a la Escuela Superior de Música de Cataluña desde la misma decisión de la Generalitat de crearla. LOGSE en mano, la competencia de las enseñanzas superiores de música, que hasta ahora tenían principalmente los ayuntamientos, corresponde al Gobierno autónomo, y el decreto de calendario fija este curso como tope para acabar con el actual plan de estudios musicales de 1966 -en Cataluña, sin embargo, proseguirá un año más- y el próximo curso como el del inicio de la enseñanza superior de música de acuerdo con el plan de estudios de la LOGSE.
La decisión de la Generalitat de crear un centro nuevo partiendo de cero, que otorgará títulos equiparables a los de una licenciatura universitaria, ha desatado las iras de alumnos y catedráticos de los conservatorios existentes. Cuando en otoño pasado la Generalitat decidió crear una fundación privada, financiada con dinero público, a la que cedió la titularidad del nuevo centro, estudiantes y profesores iniciaron una dura batalla contra el Departamento de Enseñanza y la nueva escuela, dirigida por el violinista Gerard Claret, que el próximo septiembre empezará su primer curso en locales provisionales a la espera de que acaben las obras, que empezarán el próximo mes de mayo, para acondicionar su sede oficial en el edificio del Auditori de Barcelona.
Los catedráticos de los conservatorios, en especial los 19 que ostentan este rango en el Conservatorio Superior Municipal de Música de Barcelona, aseguran que se sienten humillados. Al final del próximo curso sus cátedras quedarán vacías de contenido porque el conservatorio perderá la categoría de superior. Y aunque esperan ser traspasados al nuevo centro, como ha sucedido en otras comunidades autónomas cuyos gobiernos han asumido la titularidad de los centros de enseñanza musical que ya existían, se quedarán sin cátedra y en un conservatorio de grado medio.
El decreto de desdoblamiento de la LOGSE sobre enseñanzas musicales establece que serán los catedráticos quienes impartirán el grado superior. La Generalitat nunca ha ocultado su deseo de no crear plazas de funcionarios para estos estudios y por ello creó la fundación privada -la ley no permite la creación de fundaciones públicas- para que asumiera la titular del nuevo centro. Enseñanza argumentahacer compatible que músicos de prestigio en activo, principalmente intérpretes a quienes no les interesa dedicarse de forma plena a la docencia, puedan ser profesores del centro.
Los alumnos acusan a la Generalitat de crear una escuela elitista porque, dicen, las plazas que ofrece -un máximo de 150 el primer año y 600 en total en los cuatro cursos de grado superior- son insuficientes en el único centro público de estas características para cubrir la demanda real, en especial de instrumentos como el piano, del que se ofertan en el primer curso entre 8 y 10 plazas cuando el conservatorio de Barcelona, este curso, cuenta con 50 alumnos en esta especialidad. El alumnado consideran además que los precios -200.000 pesetas por curso- son caros con respecto a los que se cobran en el resto de España por los mismos estudios.
Enseñanza, a la que las múltiples protestas han cogido por sorpresa, defiende la necesidad de que el centro sea de nueva creación para imprimir un nuevo talante a los estudios superiores de música, con un plan moderno y de rango universitario y con profesores de prestigio para elevar la calidad de la enseñanza, que consideran que hasta ahora ha sido mediocre.
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