La derecha hace un último intento para unificar sus listas en París

El aspirante neogaullista a la alcaldía parisiense, Philippe Séguin, insistió ayer en que el alcalde saliente, Jean Tiberi, tiene que retirar sus candidaturas en los seis barrios de la capital donde mantiene listas distintas a las oficiales de la derecha, bajo la advertencia de que 'París se habrá perdido' si no lo hace. 'Pero nos queda hasta el domingo, a las ocho de la mañana (hora de apertura de los colegios electorales) para conseguirlo', declaró Séguin al diario conservador Le Figaro.

Según sus cálculos, el centro-derecha tiene capacidad de obtener la mayoría de los votos en París, pero 'es preciso que esa mayoría se traduzca en actas de concejales', un objetivo comprometido si éstas tienen que distribuirse, en ciertos distritos, entre tres listas. También asegura que su estrategia es autónoma y que el presidente de la República, Jacques Chirac, no se ha mezclado en la campaña.

Por su parte, el candidato de la izquierda a la alcaldía parisiense, Bertrand Delanoë, aprovechó sus últimos mítines para fustigar 'el desorden' de la derecha parisiense y describió a Séguin como rehén de un sistema que no tiene más proyecto político que 'conservar París para el neogaullismo', mientras el futuro alcalde 'tiene que ocuparse inmediatamente de conseguir que los Juegos Olímpicos de 2008 se organicen en París'.

Cuarenta millones de franceses han sido convocados a las urnas para completar la elección de medio millón de concejales, iniciada el domingo pasado con una primera vuelta de elecciones municipales que dejó el resultado indeciso en París y otras ciudades clave.

'El paisaje es menos sombrío de lo que nos predecían los sondeos antes de la primera vuelta', comentó Bernard Accoyer, el secretario nacional de Unión por la República (RPR), el partido neogaullista, que tiene esperanzas de ganar a la izquierda algunas de las ciudades en su poder: Blois, Nimes e incluso Estrasburgo, así como de conservar Lyón y Tolosa, ya gobernadas por el centro.