El triunfo de la izquierda en París maquilla sus discretos resultados en el resto de Francia

Más de 36.000 poblaciones francesas elegían gobernantes en estos comicios, celebrados a dos vueltas entre el 11 y el 18 de marzo. París era la joya de la corona, pero ganar allí sólo ha servido para ensombrecer la derrota sufrida por los socialistas en casi 30 grandes ciudades de todo el país. En algunos casos, los resultados han humillado incluso a ministros de Jospin, que han sufrido el descontento de los electores ante su gobierno a distancia, desde sus despachos de París.

En la capital, la alianza de Delanoë con Los Verdes se ha impuesto sobre una derecha fragmentada en la que el candidato oficial, Philippe Séguin, y el disidente neogaullista y alcalde saliente, Jean Tibéri, no han sido capaces de acordar una lista conjunta. El socialista, de 50 años, ha conseguido 92 de los 163 concejales del consistorio; Seguin ha logrado 55, mientras que Tiberi, que en 1995 sucedió a Jacques Chirac cuando éste saltó a la presidencia de Francia, y que ha sufrido el castigo de los votantes por las sospechas de corrupción que pesan sobre él, ha sumado 13 concejales la extrema derecha se ha llevado tres.

Tras felicitar a su amigo Delanoë, Jospin ha declarado: "Los de París y Lyon son buenos resultados a nivel local, pero tendremos que meditar sobre algunos fallos que hemos tenido". El titular de hoy del diario Liberation era esclarecedor: "París salva a la izquierda".

También Lyon ha sido testigo de la alegría socialista, tras el fracaso en la urnas de la alianza de la Unión por la República (RPR, el partido de Chirac) con el centrista Charles Millon, castigado por su antiguo pacto con la extrema derecha. Después de casi un siglo de gobierno conservador, el socialista Gerard Colomb tomará el bastón de mando de la ciudad.

Pero pese a la dimensión nacional que se le ha querido dar, el voto en estos comicios parece haber sido decidido por cuestiones locales. Así, el partido de Jospin no podido rentabilizar electoralmente la economía boyante y el descenso del desempleo que ha vivido Francia en los últimos meses. La izquierda no ha logrado desplazar a los conservadores de la alcaldía de Toulouse, y ha perdido en al menos 27 ciudades más, entre ellas Estrasburgo, Rouen y Orleans. Además, y como herida más sangrante para el partido de Jospin, el ministro de Educación Jack Lang ha perdido la alcaldía de Blois; el mismo destino ha sufrido la titular de Empleo, Elisabeth Guigou, en Avignon, y el de Asuntos Europeos, Pierre Moscovici, lo ha hecho en Montbéliard.

Por otro lado, la izquierda se consuela de la debacle en provincias al ganar Dijon que llevaba 30 años en manos de la derecha, así como Auxerre, Ajaccio y Agen. También conserva Lille, Brest, Grenoble, Mulhouse y Montpellier.