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Las bolsas cierran una semana de fuertes caídas por temor a una crisis general

El descalabro que han sufrido las bolsas de casi todo el mundo en esta semana tiene como causa el enfriamiento económico de Estados Unidos, pero la entrada de Japón en una fase de deflación no ha hecho más que empeorar las cosas. El temor a un contagio en Europa, ahora que las otras dos grandes áreas económicas están en crisis, ha calado hondo entre los inversores y las órdenes de venta han sido la respuesta más habitual en unos mercados que ni siquiera se conforman con la posible reducción de los tipos de interés que se espera en Estados Unidos para el próximo martes.

La Bolsa de Madrid ha perdido en esta semana el 4,33% y el beneficio acumulado en el año se reduce al 0,46%. El Ibex 35 cede el 4,49% y en el año gana el 1,98%. La Bolsa española continúa siendo, a pesar de esta caída, la que mejor comportamiento mantiene en este ejercicio.

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Pérdidas generalizadas
Las bolsas europeas sufren fuertes caídas arrastradas por la de Nueva York

Los inversores del resto de Europa muestran menos confianza en la actual coyuntura, es decir, ven cada día más posible que las repercusiones de las crisis estadounidense y japonesa alcancen con fuerza a las empresas europeas.

Las caídas de las grandes bolsas europeas son un ejemplo de esa mayor desconfianza, sobre todo porque todos esos mercados ya acumulaban importantes caídas en este ejercicio. París cede en el conjunto de la semana el 4,92%; Londres, el 5,99%, y Francfort un 7,57%, con lo que los descensos acumulados en el año llegan hasta el 13,86% de París, como caso extremo. La desconfianza de los inversores europeos también tiene como referencia al euro, cuya cotización cayó ayer al nivel más bajo del año a pesar de que se reduce el diferencial de crecimiento entre la zona euro y Estados Unidos.

'No vamos a reaccionar a cada movimiento del euro', advertía ayer un portavoz de la Comisión Europea, casi molesto por la expectación que ha suscitado la nueva depreciación de la moneda europea esta semana, que le ha llevado a caer por debajo de 0,90 dólares por euro pese a que hace apenas unos días se cotizaba a 0,94, informa Walter Oppenheimer. 'No vamos a evaluar los movimientos a corto plazo', añadió.

Tras pasarse meses explicando que la caída del euro se debía a las mejores expectativas de la economía americana, ahora que la zona euro crece a una tasa casi el doble que Estados Unidos han de buscar otros argumentos a la continua debilidad de la moneda europea. Cualquier expectativa de que la economía americana no va a ir tan mal como se teme se traduce en un respaldo al dólar. 'Se esperan buenas noticias desde Estados Unidos y los operadores se adelantan'.

Esas posibles buenas noticias no afectaron a los inversores estadounidenses, puesto que mientras que unos indicadores mantienen la tendencia negativa del último trimestre de 2000 y presionan para que bajen los tipos de interés, otros muestran una discreta recuperación y provocan interpretaciones confusas.

La Bolsa de Nueva York acumulaba un descenso de casi el 7% en la semana y de cerca del 8% en el año. El mercado Nasdaq volvía a orientarse a la baja y, con una pérdida del 1,93% a media sesión, acumulaba un descenso del 7,5% en la semana y del 23% en el año. En los mercados de valores estadounidenses se pensaba ayer, viernes, que la posible rebaja de medio punto en los tipos de interés llega demasiado tarde y que los efectos sobre una economía maltrecha tardarán tiempo en verse.

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