El matiz de ser juez en Euskadi
Joaquín Giménez, magistrado del Supremo, dice que juzgar en el País Vasco es más difícil
'Ser juez en Euskadi es, existencialmente, distinto a ejercer la función en el resto de España'. La afirmación corresponde a Joaquín Giménez García, magistrado de la Sala Segunda del Tribunal Supremo que acumula una amplia experiencia como juez en el ámbito territorial de Euskadi. Giménez ejerció como juez durante 18 años en el País Vasco, de los cuales cinco ocupó la presidencia de la Audiencia de Bilbao y siete, la de San Sebastián.
El magistrado desgranó ayer su experiencia como juez en el País Vasco en una conferencia que ofreció en la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas de la Universidad Miguel Hernández, en el campus de Orihuela.
En su intervención, Giménez subrayó que, en el plano funcional, no hay ninguna diferencia a la hora de impartir Justicia en Euskadi en comparación con el resto del Estado. 'En este sentido el juez cumple con su misión de garante de la legalidad y de los derechos de los ciudadanos', dijo.
Para el jurista, los matices de ser juez en Euskadi se explicitan en el plano existencial. 'Ello se debe a la presencia en el País Vasco de un significativo, aunque no mayoritario, sector de la ciudadanía que no acepta el marco político jurídico que tenemos en este momento, y esto, desde la perspectiva del juez es importante', comentó. 'Por ejemplo, cuando yo era presidente de la Audiencia Provincial donostiarra, el partido mayoritario era Herri Batasuna, cuyas señas de identidad son conocidas', añadió.
El juez incidió en que la presencia de estos sectores contrarios al marco jurídico constitucional son un obstáculo añadido para la labor de avanzar en la vertebración de la sociedad: 'No es un factor psicológico, sino real. Los jueces en el País Vasco están más presionados, pero también hay que desmitificar este aspecto, porque siempre el quehacer judicial se ejerce en un ambiente de presión', subrayó.
Joaquín Giménez, no obstante, aseguró que esta presión es consustancial a la profesión del juez, 'que conlleva riesgos que hay que asumir', matizó. 'Por tanto, yo tengo que rendir homenaje a los jueces del País Vasco, que lo están haciendo lo mejor que saben'.
El magistrado reconoció la existencia del miedo escénico en el País Vasco, pero también resaltó el avance del movimiento pacifista, 'que está haciendo actos de heroísmo, quizás desapercibidos en el resto del Estado'. Giménez apoyó cualquier iniciativa legislativa en la lucha contra el terrorismo que se incluya en el marco 'del respeto a la legalidad democrática', y abogó por complementar la acción policial y judicial con actitudes como el pacifismo y la tolerancia.
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