La ITV controló más de 400.000 vehículos, un 45% más que en 1995

No obstante, a medio plazo el Ejecutivo tiene previsto instalar cuatro nuevas estaciones para afrontar el aumento del parque móvil en la comunidad y acercar más este servicio al usuario, iniciativa que supone mantener el sistema de concesión de las estaciones frente a la intención de la Administración central de liberalizarlo.

Desde que en el año 1994 los servicios de ITV fueran otorgados en concesión a cuatro empresas que han puesto en marcha los ocho centros de control actuales -uno en Álava, tres en Guipúzcoa y los cuatro restantes en Vizcaya-, las cifras han mostrado la consolidación de este sistema de inspección. Se ha pasado en el último lustro de 285.432 vehículos supervisados en 1995 a 413.805 el pasado ejercicio, y aunque aún no se cuenta con porcentajes de cumplimiento sobre el parque móvil existente, los responsables vascos entienden muy positiva la evolución.

Por ello, prevén la ampliación en un 50% más del número de estaciones a medio plazo 'con el fin de aproximar la inspección al usuario y evitar esperas por saturación', indicó ayer el consejero de Industria Josu Jon Imaz, al presentar el balance de actividad de las concesionarias en este sexenio. No se han determinado aún las ubicaciones, aunque corresponderá una a cada una de las cuatro concesionarias actuales.

El Ejecutivo vasco apuesta por mantener el sistema actual de concesiones, frente a la decisión de la Administración central de liberalizar el procedimiento. Para el viceconsejero de Admistración Industrial, Javier Aranburu, la concesión 'garantiza mejor el servicio público', y su mantenimiento se debe también a que las empresas adjudicatarias 'tienen unos derechos adquiridos que hay que respetar'. Un cambio de sistema tendría como consecuencia la necesidad de indemnizarlas por el lucro cesante por los 22 años que aún tienen de contrato, lo que supondría para las arcas públicas un desembolso de 'cientos de millones' de pesetas.

Cartas a los propietarios

Otra novedad que se pondrá en marcha a partir del próximo mes de abril será el envío de una carta a los propietarios de coches que deban pasar por primera vez la ITV, iniciativa que alcanzará en una primera oleada a entre 4.000 y 5.000 usuarios, a quienes se les indicará la fecha de la inspección.

Un aspecto valorado por la Administración es la reducción del número de vehículos que no cumplen los mínimos establecidos en la revisión por sufrir anomalías graves o muy graves, con una media de tres motivos de rechazo por vehículo. En las revisiones realizadas el año pasado, fueron los defectos en el alumbrado -casi una quinta parte del total- los más frecuentes, dentro del 15% de rechazos que se constataron. Desde el pasado mes de enero se ha incluido un control de emisiones de humos, que han incidido en un aumento del índice de vehículos rechazados.

El 70% de las anomalías presentadas se centran en cuatro grupos principales: bastidor, motor y transmisión, alumbrado, frenos y, por último, los ejes y la suspensión.

A raíz del fraude que han denunciado talleres de reparaciones centrado en coches de segunda mano, el Gobierno ha decidido realizar un control de kilometraje que se incluirá dentro de la ITV. La inspección consignará esta cifra 'para defender los intereses del consumidor frente a los que quieran trastocar el cuentakilómetros', indicó Aranburu. El coste de la revisión -por encima de las 4.000 pesetas- no ha sido objeto de quejas, al estar por debajo del coste en otras comunidades.