Cáritas busca alojamiento a 180 inmigrantes que participaron en los encierros
Una vez finalizados los encierros de inmigrantes en iglesias de Barcelona, 180 inmigrantes aún no tienen dónde dormir. Cáritas, en colaboración con el Ayuntamiento de la ciudad y la Generalitat, busca alojamiento para estas personas en albergues, seminarios y pensiones. Incluso en casas particulares. La organización católica, que ya hizo un censo durante el encierro, asegura que estos 180 son los últimos inmigrantes que aún carecen de techo. Muchos de sus compañeros ya están instalados, pero otros todavía duermen en la Iglesia de Sant Agustí.
Las instituciones, que corren con los gastos de alojamiento, han dejado claro que el alojamiento es temporal, y que los inmigrantes sólo permanecerán en ellos hasta la tramitación de sus permisos de residencia, que la Delegación del Gobierno se ha comprometido a hacer en un plazo de 60 días.
Cáritas y la Generalitat posiblemente también actuarán en Cornellà (Baix Llobregat). Desde el pasado jueves casi un centenar de inmigrantes están acampados en la plaza del Ayuntamiento de esta localidad, y también reclaman alojamiento. El consistorio, que asegura que no todos los inmigrantes que participan en la protesta proceden del encierro de la parroquia de la Virgen del Pilar en Cornellà, también ha pedido ayuda a Cáritas y al Departamento de Bienestar Social.El pasado viernes, el Ayuntamiento ofreció techo a una veintena de inmigrantes, pero rechazaron la oferta alegando que la solución debía incluir al centenar, no sólo a unos cuantos. Un portavoz, que declaró que 'permanecerán en la plaza hasta el final, a pesar del frío y los resfriados', criticó la postura del Ayuntamiento de Cornellà y aseguró que hay soluciones a su situación: piden que se les aloje en las instalaciones del colegio Torras y Bages, en desuso desde hace mucho tiempo. 'Es un local muy grande y amplio, con servicios, y donde muchas personas musulmanas de la ciudad han estado rezando en el mes de Ramadán', aseguró el portavoz. Los inmigrantes se quejan de la falta de atenciones de instituciones como Cruz Roja o el propio Ayuntamiento, y aseguran que sólo reciben ayuda de particulares, que les entregan ropa y comida. Sus permisos de residencia también deben ser tramitados desde la Delegación del Gobierno.
Ecuatorianos
Desde esa misma delegación partió anoche un grupo de 201 ecuatorianos, el primero de Barcelona que se ha acogido al convenio para la regulación firmado el pasado 31 de enero entre el Gobierno español y el de Ecuador. Este colectivo de inmigrantes salió ayer a las 23.30 horas en tres autocares con destino Madrid-Barajas para coger el vuelo de Iberia a Quito, que sale hoy a las 10 de la mañana. Con ellos viaja el jefe de la Unidad de Protección Civil de la delegación, Vicente Carrasco.
El viaje de ida está financiado por la Administración española, pero la vuelta estará subvencionada sólo en determinados casos. Un total de 1.132 ecuatorianos de las cuatro provincias catalanas, 865 de ellas sólo en la provincia de Barcelona, presentaron la solicitud para acogerse al acuerdo entre los dos países. El convenio para la regulación y ordenación de los llamados flujos migratorios prevé que los ecuatorianos en situación irregular vuelvan a su país para legalizar su situación en la embajada española en Quito.
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