El duelo entre Rutelli y Berlusconi será decisivo

El Olivo ha encontrado en Francesco Rutelli un candidato más enérgico y hábil políticamente de lo que muchos de sus líderes pensaban cuando fue elegido para desafiar a Silvio Berlusconi por los barones de la coalición, básicamente Massimo D'Alema. Hasta hace poco, el duelo entre Rutelli -46 años, romano, casado con una conocida periodista, Barbara Palombelli, y padre de dos hijos- y Berlusconi -64 años, milanés, casado dos veces, padre de cinco hijos y dueño de un impresionante imperio económico- se presentaba en términos del 'más guapo' contra el 'más rico' de Italia.

A Rutelli se le colgó enseguida el apodo de Ciciobello (de Cicio, diminutivo de Francesco) y el centroderecha se mostró dispuesto a devorarlo. La estrategia de combate de Berlusconi estuvo clara desde el principio. Se trataba de desenmascarar a la 'izquierda comunista' agazapada detrás del fotogénico rostro de Rutelli, acusado una y otra vez por el Cavaliere de no ser más que eso, una bella máscara prestada a la maquinaria comunista. Berlusconi le reprochó 'no haber trabajado en la vida' y haber vivido sólo para la política. Pero Rutelli ha demostrado dominar el lenguaje de la ambigüedad política tan bien como su rival. A las acusaciones de 'máscara de la izquierda' ha respondido con los hechos: un programa centrista que cada vez se parece más al de la Casa de las Libertades; no sólo en el plano económico sino en el social.

El mes pasado, Berlusconi levantó una oleada de críticas al anunciar su intención de reformar la ley del aborto apenas se instale en el Palazzo Chigi (sede de la presidencia del Gobierno italiano). Reformarla, obviamente, en sentido restrictivo. Esta misma semana ha hecho lo propio Rutelli. Para sorpresa de sus seguidores del centroizquierda, ha declarado que la ley necesita ser revisada 'para dar una oportunidad a las madres en dificultades que quieran pese a todo tener a sus hijos'.