La banda dio orden de atacar a los agentes

Unos y otros, al ser interrogados, aseguraron que la dirección de ETA no les había ordenado aún un atentado directo contra la Ertzaintza, pero para entonces la campaña de violencia callejera contra sus agentes ya se había intensificado de forma significativa.

Ataque a Erne

A mediados de enero pasado, en una semana se produjo el ataque con una bomba casera contra la sede del sindicato policial Erne, mayoritario en la policía. Después fueron atacados en una misma noche los domicilios de dos ertzainas, y la noche siguiente, el 21 de enero, se produjo otro sabotaje contra un agente. Los ataques se localizaron en San Sebastián y Bilbao.

Y mientras los activistas de la kale borroka seguían engordando la estadística, los comandos de ETA iban recopilando información sobre altos responsables de la Ertzaintza, sobre agentes adscritos a las unidades antiterroristas de élite (Unidad de Análisis e Información, antiguos AVCS) y sobre algún dirigente del sindicato Erne.

Entre los 360 objetivos del comando Basurde desarticulado por la Guardia Civil a finales de diciembre de 1999, había información sobre diez mandos o agentes antiterroristas de la Ertzaintza de Álava. Los tres comandos Vizcaya neutralizados ese mismo año disponían también de datos de agentes vascos. Al igual que los miembros del Donosti Sergio Polo Escobes y Kepa Etxeberria, capturados en marzo de 1999.

Anoche, con el asesinato del ertzaina I.T.V., de 25 años, ETA confirmaba la autenticidad de estos planes asesinos.