La Generalitat y el Ayuntamiento acuerdan acoger a los 'sin papeles'

Finalizados los encierros en las iglesias de Barcelona, un centenar de inmigrantes continúan sin tener un lugar donde vivir. La Generalitat y el Ayuntamiento acordaron ayer proporcionar un alojamiento provisional para estas personas a la espera de que puedan regularizar su situación en España. Los responsables de la Delegación del Gobierno declinaron asistir a la reunión por considerar que la política asistencial es competencia de la Generalitat y del Ayuntamiento. Sin embargo, estas dos administraciones están presionando al Gobierno para que sufrague parte de los costes del alojamiento.

La voluntad del Ayuntamiento y de la Generalitat es que los inmigrantes puedan hospedarse en hogares de otras familias y en pensiones. Las dos administraciones rechazan, en cambio, habilitar albergues para inmigrantes por miedo a que éstos se conviertan en guetos. El dispositivo de acogida de los inmigrantes lo coordinará Cáritas y tendrá su centro de operaciones en la iglesia de Sant Agustí.

Muchas de las personas sin hogar pasaron la noche de ayer en casa de amigos y familiares. Otras 40 la pasaron en Sant Agustí, donde de hecho ya viven desde que comenzaron los encierros. Un último grupo de 20 personas fue alojado en el albergue Torre Amatller, de Cabrera de Mar (Maresme), informa Mercè Pérez. Los inmigrantes llegaron al albergue en la madrugada de ayer y, antes de acostarse, comieron y se asearon.

El albergue se ha convertido en un oasis para los inmigrantes, que habían soportado las incomodidades del encierro durante 48 días. Ayer por la mañana, después de desayunar, pudieron pasear tranquilamente por los alrededores de Cabrera de Mar. Aún está por definir cuántos días se quedarán en la Torre Amatller, que es un albergue gestionado por la Generalitat, pero se sabe que su estancia es sólo provisional. Durante su primer día en el albergue, los inmigrantes recibieron la visita del secretario por la Inmigración de la Generalitat, Àngel Miret, quien informó a los inmigrantes del acuerdo alcanzado entre el Gobierno catalán y el Ayuntamiento de Barcelona.