Defensa estudia expropiar el campo de tiro de Bardenas si no logra prorrogar su alquiler

El pasado 1 de diciembre, el Consejo de Ministros declaró el campo de tiro de interés para la defensa nacional, lo que deja en manos del Ministerio de Defensa cualquier actuación en el mismo. Su objetivo era frustrar el proyecto del Parlamento navarro de incluirlo en el parque natural de Bardenas para impedir que siguiera siendo utilizado por el Ejército del Aire a partir de junio próximo.

Ayer, Trillo-Figueroa avanzó un paso más al afirmar que esperaba 'no tener que recurrir a la defensa del interés nacional por otros procedimientos, y también legales, que están en la línea de la declaración de interés de la defensa nacional'. Se refería a la expropiación, no del terreno, que ya es propiedad del Estado, sino del derecho de uso que tiene la Junta de Congozantes de Bardenas Reales desde el siglo XVIII.

Pese a amenazar veladamente con la expropiación, el ministro dejó claro que su propósito es firmar un nuevo contrato de arrendamiento, para lo que se reunirá esta misma semana con el presidente de la Junta, el parlamentario foral de Unión del Pueblo Navarro (UPN) José Antonio Gayarre. La oferta de Defensa, según explicó Trillo-Figueroa en respuesta al senador del PNV Ignacio Liceaga, consiste en prorrogar el acuerdo por un periodo de entre siete y diez años, aumentar 'sustancialmente' el canon de 75 millones anuales que actualmente abona, ampliar las constraprestaciones a los sectores afectados y comprometer inversiones, de las ya previstas en el Plan de Infraestructuras Sociales 2001-2003, especialmente en los sectores turístico, medioambiental y agropecuario.

El gran escollo radica en la pretensión de la mayoría de las fuerzas navarras de que este nuevo contrato, si se firma, sea imporrogable y, a su término, se desmantele el campo de tiro, aunque no haya uno alternativo, mientras Defensa considera que el Ejército del Aire no puede prescindir de su único polígono. 'En tanto no exista esa solución alternativa, buscaremos la forma convenida o no de seguir utilizado las Bardenas', concluyó Trillo-Figueroa, sugiriendo de nuevo que habrá prórroga, sea acordada o impuesta.

Gayarre reiteró ayer que la 'improrrogabilidad' del nuevo contrato, al que denominó 'de desmantelamiento', será la clave de la negociación con Defensa. El presidente de la Junta de Bardenas aseguró que defenderá la propuesta del Gobierno foral, que se basa en una vigencia imporrogable de siete años, la elevación del canon anual hasta 600 millones de pesetas y la cesión gratuita de la propiedad del terreno a la comunidad foral al término del contrato.

El vicepresidente de Navarra Rafael Gurrea fue el encargado de dirigir, en febrero, los debates de una comisión que intentó, sin éxito, consensuar una propuesta común de los principales partidos navarros para presentarla a Defensa.

En esa comisión, UPN, socio navarro del PP, presentó un calendario que obligaría al Ministerio de Defensa a decidir, antes de junio de 2002, la ubicación del nuevo campo de tiro. Un año después debería estar listo ya el proyecto técnico y aprobada su declaración como de interés para la defensa nacional. De acuerdo con este programa, su construcción debería iniciarse en junio de 2004, aunque el alquiler de Bardenas se prolongaría hasta 2008.

Sin embargo, la experiencia de Cabañeros y Anchuras -dos emplazamientos elegidos inicialmente para el futuro campo de tiro, a los que los gobiernos del PSOE, primero, y del PP, después, tuvieron que renunciar- demuestra la dificultad de este propósito.

Miguel Sanz, presidente de Navarra, aseguró ayer que la Junta de Bardenas 'no firmará cualquier cosa', sino que se ceñirá a la propuesta del Gobierno foral, mientras que Gayarre insistía en que 'no es una cuestión de dinero. Defensa debe buscar ya otro campo de tiro'.

Por otra parte, el Gobierno foral reconoció que carece de información sobre el posible uso de proyectiles con uranio empobrecido en Bardenas por parte de aviones de EE UU. Esta posibilidad ha sido repetidamente negada por Defensa.