Zapatero logra el apoyo de los 'barones' a un Plan Hidrológico sin trasvases

El reconocimiento de las carencias de las zonas mediterráneas fue la fórmula que permitió el acuerdo unánime entre los dirigentes regionales socialistas y la ejecutiva federal. Plantas desaladoras, captación de aguas subterráneas y reutilización de aguas residuales previa depuración, son algunas de las propuestas incluídas en el plan que los socialistas presentarán en oposición al que promueve el Gobierno de José María Aznar.

Todos tienen algún motivo para estar satisfechos y, desde luego, todos felicitaron 'efusivamente' a la secretaria federal de Medio Ambiente, Cristina Narbona, por su trabajo, que hoy presentará ante el Grupo Parlamentario.

El texto de Narbona consiguió ayer el reconocimiento del Consejo Territorial, órgano formado por los barones del PSOE, a pesar de que su plan no prevé nuevos trasvases, salvo como último recurso si las medidas propuestas son insuficientes, y sin especificar de qué ríos y de qué cantidades se trataría. En esta reunión tomaron la palabra el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, contrario al plan del Gobierno por considerar que sólo lo basa en el trasvase del Ebro; el presidente de Castilla-La Mancha, José Bono; el primer secretario de los socialistas catalanes, José Montilla, que valoró el plan alternativo del PSOE como 'propio de un partido de Gobierno', y los secretarios generales de Valencia y Murcia, Joan Ignasi Pla y Ramón Ortiz, respectivamente.

Controversia

La controversia estuvo entre los dos últimos y el presidente castellano-manchego, pero, al final, hubo una solución que todos aceptaron. Murcianos y valencianos trataron de que se dijera expresamente que, en el caso de verse obligados a hacer trasvases, deberían utilizarse 'las infraestructuras existentes' debidamente identificadas. El presidente castellano-manchego objetó que eso significaría que sólo podría hacerse el trasvase desde el Tajo-Segura, con lo que no estaba de acuerdo.

'Ha habido tira y afloja entre los compañeros murciano y valenciano frente a castellano-manchegos porque los primeros querían amarrar más instrumentos', reconocía un asistente a la reunión.

El principal intento estuvo en citar 'el Jarama, como cuenca del Tajo a lo que Castilla-La Mancha se ha opuesto'.

Los de la zona mediterránea han conseguido que en el texto se cite expresamente, eso sí, sus cuencas como claramente deficitarias y, de otro lado, las excedentarias. 'Es decir, sin especificar nada, es claro que si hubiera que hacer trasvases se realizarían obviamente de las excedentarias a las deficitarias; con lo que todos los compañeros pueden salvar la cara en sus regiones', indicaron otros interlocutores que señalaron la unanimidad en el reconocimiento de las bondades de este plan 'por moderno e innovador'.

Pero los socialistas son conscientes de que 'la cultura del trasvase' está instalada en los ciudadanos de toda España por lo que resultará algo complicado explicar que las cosas se pueden hacer de otra manera. De ahí la satisfacción de todos por el hecho de que aunque el plan no los contempla sí se dice que 'en última instancia y si son insuficientes las medidas tomadas podrían producirse los trasvases'.

El precio 'veraz'

El Plan del PSOE propone como medidas la captación de aguas subterráneas; su ahorro generalizado; la reutilización de aguas residuales depuradas; manejo hídrico de humedales y plantas desaladoras.

En el apartado 'mejora de Gestión', figura la creación de un Banco Público del Agua que tendrá que decidir el reparto de los recursos.

Asimismo propone la regulación de la adquisición de Derechos del Agua; convenios internacionales con Portugal y Francia; la adopción de las directivas europeas por las que será obligatorio el establecimiento de un precio 'veraz' del agua, que incluya los costes medio-ambientales.

A diferencia de la reunión anterior, hubo en esta ocasión más sonrisas e incluso se asegura que el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, cerró la reunión con una síntesis de lo tratado, felicitándose por el respeto del plan propuesto por los socialistas al Estado de las autonomías y al modelo de consenso escogido en el PSOE para su elaboración.