Zapatero y los 'barones' intentan hoy llegar a un pacto de lealtad mutua en asuntos nacionales
La dirección del PSOE afronta hoy la tarea más delicada desde que José Luis Rodríguez Zapatero fue elegido secretario general hace siete meses. El primer Consejo Territorial que se celebra desde entonces pretende hoy lograr un pacto o 'unidad de criterio' de la ejecutiva con los barones territoriales de lealtad mutua, cooperación y reconocimiento de la primacía del criterio de la ejecutiva federal sobre materias que afectan a toda España, como es la Ley de Extranjería y el modelo de financiación autonómica. Todo ello, sin imposiciones y con la premisa del diálogo constante y 'la fraternidad', según miembros de la ejecutiva federal. Zapatero intentará hoy convencer a sus compañeros de Castilla-La Mancha, Cataluña, Aragón y Baleares de que no recurran la Ley de Extranjería ante el Tribunal Constitucional. Los líderes territoriales creen que lo importante es 'llegar a un acuerdo común', pero siguen sin descartar dar ese paso. Ayer mismo, Alfonso Guerra se mostró partidario de presentar recurso.
El Consejo Territorial reúne a los secretarios regionales y a los presidentes autonómicos y a algunos integrantes de la ejecutiva. El conflicto no ha venido todavía por el modelo de financiación autonómica ni tampoco tuvo excesivas magnitudes por el Plan Hidrológico sino por la presentación o no del recurso de inconstitucionalidad por parte de presidentes autonómicos cuando la ejecutiva federal lo ha descartado. Los presidentes de Aragón, Marcelino Iglesias, y de Baleares, Francesc Antich, explicarán a sus compañeros cuál es su situación ya que, al parecer, son sus socios de Gobierno los que llevan la voz cantante. Pero también el Gobierno de Castilla-La Mancha, que preside José Bono, tiene en marcha un dictamen jurídico sobre la constitucionalidad de la ley obligado sólo por sus 'convicciones' de que la ley del PP vulnera derechos fundamentales.
El PSC cree que la ejecutiva federal ha hecho muy bien en decidir no presentar recurso a través de sus grupos parlamentarios, aunque su dirección 'no tiene claro' si eso también debe afectar a los Ejecutivos autonómicos. 'Aquí no hay ningún frente de catalanes, aragoneses y baleares, sino algún mal entendido y, sobre todo, el error de no asumir con naturalidad que los Gobiernos autonómicos deben tener margen de maniobra; y eso pasó con Joaquín Almunia, José Borrell y hasta con Felipe González', recordó un dirigente catalán.
'Cada asunto es diferente y tiene explicaciones, causas y justificaciones, todas diferentes, según la comunidad, pero la imagen es de división', reconocían en la dirección del PSOE. 'Nadie quiere hacer daño a la ejecutiva federal, la consideración hacia Zapatero es muy alta, y la ejecutiva es sólida, pero cada comunidad tiene sus intereses y condicionamientos', señala un barón inmerso en los problemas de la Ley de Extranjería.
Respecto al nuevo modelo de financiación autonómica, pese a su complejidad, tanto miembros de la ejecutiva como barones reconocen que 'en principio' hay un poso de entendimiento.
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