Un logotipo para Madrid 2012

Como profesional del diseño gráfico, me siento totalmente indignado con la postura que ha tomado el Ayuntamiento de Madrid con respecto al asunto del logotipo olímpico.

Me parece correcto que inviten a participar a un concurso de logotipos a los mejores diseñadores de España -¿quién si no puede hacer un logotipo si no es un diseñador?- y que, además, éstos reciban una aportación económica por ello, ya que en muchas ocasiones nuestro trabajo parece que no tiene recompensa hasta que está impreso en cualquier soporte, cuando hay un trabajo intangible antes de ello.

Por otro lado, quiero decir que estoy totalmente de acuerdo con el diseñador Roberto Turégano al levantarse de la mesa y no entrar en un juego absurdo y falto de profesionalidad por parte de los representantes del Ayuntamiento de Madrid.

Yo me pregunto: ¿qué criterio de selección puede tener un concejal de Cultura, uno de Urbanismo o el propio excelentísimo alcalde de Madrid, que ya ha demostrado en anteriores ocasiones su falta de respeto con comentarios desafortunados y en el que vuelve a caer diciendo que un logotipo lo puede hacer mejor un delimitante de su equipo de gobierno? ¿O es que yo, diseñador, hago planos o receto medicinas?

Pienso, además, que la selección tiene que hacerla un equipo de expertos, alguien que sepa para qué vale un logotipo y cómo se va a aplicar. Además, si querían encargarle el logotipo a Javier Mariscal, solamente tenían que haberle llamado y pedírselo. Si se le otorga el logo a Javier Mariscal, hay que dejar el logo tal y como está, y no rehacer de nuevo el trabajo; si el resto del jurado acordó darle el premio a este diseñador, debe respetarse el trabajo en su contenido y forma, si la mayoría así lo decidió.

¿O es que no vivimos en una democracia?