Pujol abrirá una ronda de contactos sobre inmigración

Desde principios de año, los dirigentes de Convergència i Unió (CiU) consumen todas sus energías en calmar tormentas políticas tanto dentro como fuera de casa. Y en las últimas semanas les ha estallado en sus propias manos la polémica de la inmigración, tras votar a favor de la nueva Ley de Extranjería. Los nacionalistas catalanes ya contaban con una respuesta ciudadana en contra de la ley, pero no con que este espinoso asunto se vería atizado por declaraciones públicas procedentes de la propia esposa del presidente o de un ex dirigente nacionalista de la talla de Heribert Barrera. Incluso Pujol tuvo que suspender el jueves la presentación del libro de Barrera, que contiene afirmaciones xenófobas, ante los más que previsibles incidentes.

Ante tan complicado panorama, en la noche del viernes Pujol anunció su intención de iniciar conversaciones con partidos, sindicatos y entidades sociales y culturales para abordar el fenómeno de la inmigración en Cataluña. El presidente dijo que era obligado realizar una reflexión serena sobre esta cuestión y extenderlo a 'las identidades, los valores, la justicia, la exigencia o la solidaridad'.

Pero ayer Pujol matizó sus intenciones y amplió la finalidad de estas conversaciones. Según el presidente, se tratarán los asuntos que, a su juicio, 'condicionarán el futuro de Cataluña, como el agua, la energía, la inmigración o las infraestructuras', es decir, respecto a todos los frentes políticos que tiene abiertos su Gobierno y por los que sufre una fuerte contestación.

Fuentes de Presidencia de la Generalitat informaron ayer que Pujol no tiene prisa en iniciar estos contactos, que se prolongarán hasta principios de verano, y que serán similares a los que mantuvo respecto al incremento del autogobierno o la mejora del sistema de financiación autonómico. Asimismo, manifestaron que el presidente catalán da por cerrada la polémica sobre el conflicto desatado por las declaraciones de Ferrusola o Barrera y que, por tanto, evitará hacer más comentarios al respecto.

Vacuna contra el nazismo

Las críticas contra Heribert Barrera se incrementaron ayer. En Toledo, y aprovechando un acto con motivo del Día Internacional de la Mujer, el presidente de Castilla-La Mancha, el socialista José Bono, arremetió contra las declaraciones de tinte racista del ex dirigente republicano catalán. Bono, ante unas 2.000 mujeres, afirmó que si en España existiera un marco jurídico como el alemán 'y hubiera una vacuna contra el nazismo, hoy Barrera estaría procesado por sus declaraciones xenófobas'. El presidente autonómico extendió también sus críticas a la esposa de Jordi Pujol, Marta Ferrusola, por sus palabras en contra de los inmigrantes.

'Yo les diría a ambos', añadió José Bono, 'que no se equivoquen, todos somos iguales, no porque lo diga el Evangelio, [sino porque] lo dice la ciencia', y recordó que el mapa del genoma humano ha demostrado que entre personas de una misma raza sólo existe una diferencia del 0,2% en su caudal genético.

Para el ex presidente de la Unesco, el español Federico Mayor Zaragoza, toda manifestación que refleje sentimientos de xenofobia es 'rechazable y contraria a los principios del Derecho y la Constitución española'. Para Mayor, que dijo sentirse 'sorprendido' por las palabras del ex presidente del Parlamento catalán y de la esposa de Jordi Pujol, 'no caben disculpas' por estas manifestaciones.

Por su parte, el coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, aseguró ayer que el Partido Popular 'no tiene legitimidad' para 'lanzar ataques' al nacionalismo catalán en materia de inmigración ya que, en su opinión, el Gobierno ha sido el que 'ha atizado el fuego del racismo en España'.