Detenido el dueño de la pizzería de Málaga donde se oficiaba misa

La policía ha detenido en Málaga al propietario de la pizzería de la Urbanización Guadalmar que había cedido los salones de su local al párroco de la barriada para que se oficiara misa los domingos, ante la ausencia de templos para el culto en la barriada. Antonio D. R, de 52 años, estaba reclamado para su extradición por las autoridades judiciales de Francia e Italia, por supuestos delitos de tráfico de estupefacientes y fue detenido el pasado jueves en su propio establecimiento.

Según la policía, este empresario pertenece a una red de traficantes que organizaba envíos de droga desde España hasta la localidad italiana de Benevento, donde era investigado por los carabineros. Esta acusado de efectuar, mediante camiones articulados, envíos de droga entre ambos países pasando por Francia, donde fue interceptado uno de los alijos.

El párroco de Guadalmar, Juan Antonio Paredes, asumió ayer personalmente la decisión de solicitar a este empresario la cesión de su local los domingos por la mañana para celebrar misa. Dijo que lo conoció porque acudía regularmente a la Eucaristía y que se planteó esta opción ante la ausencia de otros locales con capacidad para albergar a sus feligreses. Paredes reconoció su 'asombro' por lo sucedido y anunció que interrumpía de forma inmediata las celebraciones en la pizzería, para volver a habilitar el culto en una residencia de ancianos.

El párroco reconoció que el pasado domingo, varios días después de ser detenido el empresario italiano, ofició por segunda vez la misa en su local, al desconocer lo sucedido. Preguntó a varios familiares por él y le dijeron que 'se encontraba de viaje particular en Italia'.

Por otra parte, la Guardia Civil detuvo ayer en varios pueblos de la provincia de Sevilla a diez personas vinculadas a una red de distribución de cocaína en locales de lujo de la alta sociedad, artistas y profesionales liberales, informa Efe. El jefe de la organización era J. A. J. M., de 34 años, vecino de Valencina de la Concepción. La red distribuyó 30 kilos de droga el año pasado. Se abastecía en Madrid de súbditos colombianos de Medellín, se hacía llegar la droga por una empresa de mensajería y la 'trataba' en un laboratorio que se ha desmantelado.