Un pudridero en Guinea Ecuatorial

Black Beach es una bella playa ecuatoguineana que comparte notoriedad con un sórdido penal, de los peores de toda África. A él acuden a morir muchos de los disidentes del actual o anterior régimen, sentenciados a cualquier pena de cárcel. La humedad, el calor asfixiante, las enfermedades tropicales, la estrechez e insalubridad de las celdas, la falta de alimentos y agua, o las torturas convierten esas penas de privación de movimiento en condenas inexorables a muerte.
A Blak Beach fueron a parar los detenidos en un supuesto golpe de Estado de la etnia bubi en enero de 1999. Allí permanecieron tres meses antes de jucio. Allí siguieron después de la sentencia. A mediados de 2000 fueron trasladados al continente, lejos de sus familias que en Guinea son las encargadas por ley de su manutención.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Lo más visto
- Así te hemos contado las elecciones en Extremadura | El PP gana en Extremadura con 29 escaños, pero necesitará para gobernar a un Vox que crece
- Los jueces del Tribunal Penal Internacional se rebelan ante las sanciones de Trump: “No hay que ceder”
- Oona Chaplin: “Le conté a James Cameron que vivía en una cabaña en los árboles y que estaba iniciando un proyecto de permacultura con una amiga”
- Fernando Blasco, matemático: “Ganar el Gordo es más difícil que encontrar un regalo escondido en un asiento del Bernabéu”
- Manuel Bustos acepta seis meses de cárcel por cargar gastos privados a la Federación de Municipios




























































