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La patronal quiere extender el despido de 33 días por año a todos los nuevos contratos fijos

Los sindicatos analizan si el documento de CEOE tiene encaje con el suyo, hecho público hace dos meses. En una reunión de urgencia celebrada ayer por UGT y CC OO, concluyeron que es 'decepcionante y poco alentador en la búsqueda de un acuerdo'. Su prioridad es reducir y encarecer de manera notable la temporalidad. Por contra, el eje de la patronal es rebajar el coste del despido de los fijos.

Los cambios en contratación indefinida apuntados por la CEOE parten de 'generalizar' a todos los nuevos contratados la indemnización por despido improcedente de 33 días año con un tope de 24 mensualidades, creada en 1997 para el fomento del empleo. Para quienes tienen ahora una relación fija ordinaria (con indemnización de 45 días y tope de 42 mensualidades) respeta los derechos adquiridos, pero añade que esa figura debe desaparecer del Estatuto de los Trabajadores para el resto.

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Este último punto y la generalización de una menor indemnización por despido es rechazada de plano por los sindicatos, quienes había mostrado su disposición a extenderla a algunos colectivos, que no han precisado.

La CEOE tiene eso en cuenta y añade una segunda opción, concretando una serie de colectivos a los que ampliar el contrato de formento con indemnización de 33 días (ver gráfico). Eso supone que quedarían fuera, con posibilidad de acogerse al contrato ordinario fijo, los hombres de entre 34 y 44 años de edad, que no estén en paro más de seis meses y no sean discapacitados.

Salarios de tramitación

También en relación al despido propone eliminar los salarios de tramitación, que ahora se cobran por el periodo que va desde la extinción de la relación laboral hasta el fallo judicial.

En el texto no aparece en cambio una dura propuesta defendida verbalmente por los negociadores empresariales hasta ahora, y que consistía en crear otro contrato de fomento del empleo con una indemnización de 25 día año.

En la figura a tiempo parcial fija, la patronal hace una apuesta de profundos cambios. Su regulación actual se pactó en 1997 entre Trabajo y los sindicatos, con la oposición de CEOE, y ello ha provocado que su utilización sea muy limitada. Ahora, la confederación empresarial quiere que la jornada de ese contrato sea 'simplemente inferior a la establecida en convenio o, en su defecto, a la máxima legal', lo que supone eliminar el tope actual del 77%. Asimismo, la patronal defiende una distribución flexible del reparto del tiempo de trabajo a lo largo del año, y que se elimine el tener que concretar la jornada en el contrato.

Estas medidas tampoco parecen ser susceptibles de ser aceptadas por los sindicatos, que creen que supondría poner al trabajador a 'la libre disposición del empresario'. CC OO y UGT dicen en su documento que se debe mantener la regulación de 1997 y, en caso de que se renegocie, se ha de respetar la seguridad del trabajador en la distribución y en la delimitación de su jornada.

Sobre la contratación temporal, la CEOE introduce una novedad respecto a lo que ha defendido en la mesa. Acepta limitar el encadenamiento en cualquiera de las modalidades temporales para el mismo trabajador y la misma actividad, y su incumplimiento sería fraude de ley.

No obstante se trata de las propuestas más distantes de las sindicales. Para las direcciones de UGT y CC OO, el objetivo de esta reforma debe ser limitar la temporalidad, que ahora afecta al 32% de los asalariados. Argumentan que el contrato fijo ya fue flexibilizado en la reforma de 1997. Los principales cambios que defienden parten de la subida de las cotizaciones de los contratos de obra y eventuales, compensándola con una rebaja para los indefinidos. Mayores controles para la primera figura, y que se utilice sólo para casos debidamente justificados. También quieren controles en la actidad de las empresas de contratas y subcontratas que no aparecen en el documento de CEOE.

Flexibilidad para los convenios

La patronal presenta su documento como 'la última propuesta' que recoge 'el mínimo necesario' para la reforma laboral. Y recuerda que el tiempo que ambas partes se han fijado para la negociación -final de febrero- se agota.El texto contiene cambios radicales para la negociación colectiva, después de una afirmación: 'El convenio no puede ser el instrumento que sirve para petrificar las relaciones laborales'. Para avanzar en esa línea propone 'eliminar, o condicionar de forma muy severa, la llamada ultraactividad de los convenios'. Un término de endiablado nombre que supone poner el contador a cero en todas las materias recogidas en el convenio cuando acaba su vigencia. Ahora el fin de esa vigencia obliga a negociar el aumento salarial y otros puntos que quieran debatir la empresa y los representantes de los trabajadores, pero mantienen su valor las restantes cláusulas normativas mientras no sean sustituidas por otras pactadas en un convenio posterior.Si se eliminase la ultraactividad, quedaría en papel mojado la jornada, la estructura del salario, y en un caso extremo el empresario podría empezar a eliminar pluses y a pagar el salario mínimo interprofesional a su plantilla.Junto a ello, CEOE sugiere 'un mayor protagonismo de las decisiones a nivel de empresa' en los convenios colectivos.Se trata de cambios que vienen defendiendo los responsables de los ministerios económicos, como medida de flexibilidad de la negociación colectiva, y cada vez que recomiendan moderación salarial.

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