Heridos la esposa e hijo de un edil del PSE en Getxo en un ataque a su casa

'Al fascismo hay que hacerle frente con seriedad y sin ambigüedades'. Fue la respuesta que salió ayer de los labios del último objetivo de un grupo de violencia callejera de apoyo a ETA. El edil socialista en el Consistorio vizcaíno de Getxo Joseba Markaida ha sufrido ya a los encapuchados, pero ayer fue la primera vez que los ataques afectaron a su esposa e hijo, que sufrieron quemaduras leves tras el ataque con tres cócteles mólotov registrado de madrugada en su domicilio.

La kale borroka no ha estado nunca en tregua. Y menos en la localidad vizcaína de Getxo. En la madrugada de ayer, los comandos embozados visitaron de nuevo el domicilio del edil socialista. Los violentos del pasamontañas y la gasolina lanzaron tres artefactos incendiarios contra la casa del concejal del PSE-EE. Él no estaba, pero su esposa y su hijo, sí. Al principio creyeron que se trataba de una explosión de gas. Las llamas comenzaban a acercarse peligrosamente al lugar donde están situadas las bombonas de butano. Y ambos no dudaron en intentar apagar el fuego con lo primero que pillaron a mano. El hijo de Markaida vio cómo el fuego prendía uno de sus calcetines y su madre tenía ayer parte de las manos enrojecidas por la acción del fuego. No fue una explosión de gas, sino los efectos de una bomba incendiaria.

Los socialistas vizcaínos exigieron de nuevo que las instituciones vascas sean 'intransigentes con los fascistas'. En un acto de repulsa realizado al mediodía ante la sede socialista en Getxo -al que se sumaron dirigentes socialistas y otros ediles populares vizcaínos amenazados como Marisa Arrúe o Antonio Basagoiti- el secretario general del PSE, Patxi López, dijo que Euskadi se merece un Gobierno 'que tenga como primer objetivo enfrentarse a ETA y a la violencia fascista, y que persiga y ponga a disposición judicial a los que cometen estos actos'.

El alcalde de Getxo, uno de los municipios más afectados por la violencia callejera, el peneuvista Iñaki Zarraoa, condenó el atentado de manera 'radical y sin paliativos', al igual que la junta de portavoces, con la excepción del representante de EH. Los partidos firmantes consideraron el ataque de 'serio obstáculo' para la convivencia pacífica del pueblo, al tiempo que exigieron el cese de todos los ataques y amenazas, 'que pretenden intimidar a representantes del pueblo democráticamente elegidos e intentan acallar sus voces'. Defendieron también el diálogo para acabar con la violencia.

No fue el de Getxo el único sabotaje de los grupos violentos de apoyo a ETA. Un artefacto casero, compuesto por una bombona de gas, cohetes pirotécnicos y dos aerosoles, hizo explosión en la farmacia de una hermana de la parlamentaria autonómica del PP Mari Carmen López de Ocáriz López de Munain, en Legutiano (Álava).

El colegio oficial de farmacéuticos del País Vasco expresó su solidad con la víctima de este nuevo ataque. El Gobierno vasco denunció ambos ataques y reiteró que 'la violencia y los actos de intimidación y chantaje son inaceptables y en nada contribuyen a la convivencia y a buscar caminos' hacia la paz.