'En la próxima película nos hemos propuesto ser más manipuladores'
'El poder de la palabra es casi omnímodo; pero jamás hay que olvidar la música ni las imágenes'
En busca de una aceptación artística y comercial que no han logrado en suelo español, el segundo largometraje de los hermanos Ibarretxe, Sabotage¡, se está distribuyendo en Inglaterra y Francia. Después entrará en el mercado estadounidense. El filme, interpretado en sus principales papeles por David Suchet (Napoleón), Stephen Fry (Welligton), Dominque Pinon (Armani) y Alexandra Vandernoot (Edwina), fue rodado enteramente en las tres provincias vascas.
Bajo la firma Ibarretxe & Co figuran los hermanos Esteban, como director; José Miguel, subdirector y guionista; Santiago, responsable de la partitura, y Javier en calidad de productor. Su primera película, de 1996, fue Sólo se muere dos veces, con Álex Angulo y Santiago Segura como protagonistas. En la entrevista hablan Esteban y José Miguel.
Pregunta. ¿Sabotage¡ es un filme al servicio de los actores?
Respuesta. Sí, porque cuentas con unos actores impresionantes y los aprovechas.
P. ¿Conciben el cine como un medio dramático más que literario, o al revés?
R. Debería ser dramático, más que literario, pero nosotros siempre caemos a lo literario. Los personajes que crea Josemi hablan mucho. Pasa algo así como lo que le sucedía a Dickens, que le crecían los personajes.
P. ¿Les interesa mucho o poco el encadenamiento emocional de las imágenes y planos?
R. No le hemos sacado todo el partido que querríamos. Es cierto que la manipulación de las emociones es un objetivo en el cine. En la próxima película nos hemos propuesto ser más manipuladores.
P. ¿Llamaríamos comedia a su película?
R. Es una comedia que va casi de farsa.
P. ¿Si la película no es enteramente cómica ni totalmente de autor puede crear problemas de taquilla?
R. Claro que sí, porque es una película que va en muchas direcciones. Sin duda es una comedia, más que una obra de autor. Sin embargo, no entra dentro de lo que se tiene ahora por comedia, o sea, algo salvaje y desparramante. Diríamos que es una comedia bastante seria y racional.
P. ¿Cómo es el envoltorio?
R. Como los actores principales son gente como para teatro, eso despista aún más. Además, de nosotros se espera que hagamos cosas salidas de madre. Tiene carcajadas, aunque no permanentes, tiene sonrisas y un estado que se crea y que acompaña toda la película. Esto no es Chiquito de la Calzada. Es más fino.
P. ¿Quién de los cuatro es el más Groucho Marx?
R. Estamos bastante repartidos. Josemi es, tal vez, el más anárquico. Le tienes que poner algo de orden, porque no puede ser que aparezca un personaje que ha muerto tres escenas antes.
P. ¿Dibujaron algunas escenas antes de filmarlas?
R. Tenemos un montón de dibujos. Josemi, como ha estudiado Bellas Artes, los hace.
P. ¿Fueron difíciles de filmar las escenas de guerra?
R. Al principio los extras se asustaban, pero luego pedían que tuviera todo más realismo y, por ende, más riesgos.
P. ¿Un buen guión está más atento al logro de imágenes que al buen acabdo del texto?
R. El poder que tiene la palabra es casi omnímodo; no obstante, jamás hay que olvidarse de la música ni de las imágenes. Cuando se consigue la armonía de todo eso, sale un buen producto.
P. ¿Se llega al cine porque se han visto muchas películas?
R. Guardamos sacos de películas de super-8 que hicimos diez años antes de empezar. Fue Javier el que nos calentó a todos.
P. ¿Es verdad que no hay nada más fácil que trabajar con primeros planos?
R. Según con qué actores, claro que sí...
P. Lo digo en el sentido de imponer al espectador una imagen única.
R. En ese caso sí se produce una especie de dictadura impositiva.
P. ¿Cómo va a ser su futuro como cineastas?
R. Lo lógico es que hagamos otra película en breve. En Sabotage¡ han intervenido demasiados factores como para poderlos controlar todos. Nos gustaría hacer algo en donde podamos controlar todo.
P. ¿Qué directores les gustan?
R. Salvando las enormes distancias con To be or not to be, nuestra película busca aproximarse a ese tipo de filme.
P. No es un mal modelo Lubitsch...
R. Es uno de los grandes, pero también nos gustan Murnau y John Huston por ese punto gamberro que saca a veces. Y nos gustan los hermanos Coen. No porque sean hermanos, porque nos daría igual si fueran primos.
P. Parece que están de moda los hermanos directores...
R. Sí, hay varios. Esos que realizan comedias tan gamberras como Algo pasa con Mary, de los hermanos Farrelli, y otros que se apellidan algo así como Wachoswski, y están también los italianos Paulo y Vittorio Taviani, sin olvidar a Fernando y David Trueba, que tienen un hermano productor. Lo mismo pasa con Miguel Bardem, que hace sus pelis, porque las produce un hermano mayor que él, que es productor. Asimismo, hay que contar con los hermanos Almodóvar...
P. Pero no hay cuatro de golpe, como ustedes...
R. Es verdad. En cuanto a número hermanístico, vamos a la cabeza.
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