Bové se enfrenta a su séptimo proceso por sus acciones contra la globalización

José Bové afrontaba ayer en la soleada y medieval ciudad de Montpellier el séptimo proceso en tres años. Por un lado, él y siete de sus compañeros de la Confederación Agraria (CP, en sus siglas en francés) respondían del secuestro -'retención', según los sindicalistas- de tres funcionarios del Ministerio de Agricultura en marzo de 1999. 'Se trataba de una acción simbólica de protesta contra unos ministros de Agricultura europeos que aceptaban las órdenes de la Organización Mundial del Comercio', dijo Bové en su declaración. El fiscal pidió dos meses de cárcel para el principal acusado y otro militante de la CP.

Por otro lado, se veía el recurso presentado contra una sentencia anterior que condenaba a Bové y a otras nueve personas a tres meses de cárcel por su intervención en el 'desmontaje', según la CP, de un restaurante McDonald's en agosto de 1989. Para el fiscal, el local no fue 'desmontado', sino 'arrasado'. El debate semántico -la acusación se apoyó en la acepción dada por el diccionario Larousse; Bové prefirió la del Robert- fue uno de los momentos divertidos del proceso.