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LA OFENSIVA DE ETA

Un fallo en el dispositivo de un coche bomba evita un nuevo atentado de ETA en Madrid

Los terroristas habían aparcado el Renault Clio rojo con la carga explosiva a las 13.00 en la confluencia de las calles Sangenjo y Narcis Monturol, en el norte de Madrid, a unos cientos de metros de la sede de la Audiencia Provincial. A las 15.30, los etarras reconocieron supuestamente el vehículo en el que viajaba su víctima y activaron el mando a distancia, según la investigación policial. Sólo se produjo una intensa humareda producto de la activación del cebador. Una vez más, ETA falló por la impericia de quien preparó la bomba, según la policía.

Los investigadores creen que la dinamita utilizada, de la partida de Titadyne 50 robada en Francia, está caducada desde diciembre. La policía no pudo precisar ayer la identidad del destinatario de la carga explosiva. El lugar del atentado está muy cerca de la Audiencia Provincial de Madrid, donde trabajan multitud de magistrados, pero también viven por la zona numerosos altos mandos de la Armada. El lugar donde los terroristas colocaron el coche bomba está además muy próximo a la Ciudad de los Periodistas, por lo que las especulaciones eran ayer multidireccionales. Los investigadores interrogaron a un vocal del Tribunal de Cuentas. La policía sospecha que Eliseo Fernández Centenera, miembro de este tribunal, era el objetivo del atentado. Fernández pasó por el lugar aunque ni se acuerda de la hora ni oyó nada extraño. La policía barajaba incluso la posibilidad de que el artefacto se activara antes de lo previsto. La posible víctima tuvo que oír la pequeña deflagración, por lo que la policía no entendía que nadie hubiese llamado para contar que había pasado en ese momento por el lugar del atentado.

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La bomba estaba colocada dentro de una gran olla a presión situada en el maletero del coche y orientada, como es habitual, hacia la calzada por donde debía circular el vehículo en el que viajaba la víctima elegida.

Los vecinos creyeron al principio que se trataba de una pequeña explosión en una peluquería o en una pizzería cercana, pero inmediatamente vieron el coche envuelto en llamas y se desataron las sospechas, informa F. J. Barroso.

Fueron precisamente los bomberos quienes avisaron a la policía porque, al tratar de apagar las llamas en el automóvil, se dieron cuenta de que en el maletero estaba la olla, de 35 litros de capacidad. El coche había sido robado el 29 de diciembre de 2000 en la calle de Santa Susana, en el distrito de Hortaleza. El delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Javier Ansuátegui, y el director general de la Policía, Juan Cotino se trasladaron hasta el lugar donde estaba aparcado el Renault Clio.

Tras el frustrado atentado, los terroristas huyeron en un Renault 19 blanco, que abandonaron en la Vía Límite, en una zona muy transitada junto a un parque, a unos dos kilómetros de donde estaba el primer coche bomba.

Para borrar sus huellas, los terroristas dejaron una pequeña bomba con temporizador dentro del Reanult 19 blanco. A las 16.30 explotaba. El coche quedó destrozado frente a las casas bajas del popular barrio de la Ventilla (junto a la Plaza de Castilla). Un autobús escolar debía dejar a unos niños justo enfrente del lugar de la explosión sólo cinco minutos después. Los vecinos sólo se llevaron un buen susto, porque la explosión, muy fuerte según ellos, sólo logró levantarles de la siesta sin causar daños en las viviendas.

Los partidos políticos, a excepción de HB, condenaron el atentado frustrado y se felicitaron de que el coche bomba no llegara a estallar. El portavoz del PP, Rafael Hernando, manifestó que con estas actuaciones los terroristas 'no van a conseguir ninguno de sus objetivos'. 'Cada vez nos reafirmamos más en la defensa del Estado de derecho', aseguró. El presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, imputó a la 'bisoñez' de los comandos de ETA, 'cada día más desarbolada y que echa mano de la cantera de Jarrai', el atentado fallido. Iturgaiz dijo compartir las tesis del ministro del Interior, Jaime Mayor, respecto a la precipitación con la que está actuando la banda, lo que consideró como una señal de su debilidad.

El portavoz de Justicia del Grupo Socialista, Javier Barrero, reiteró la unidad del PP y el PSOE frente el terrorismo y afirmó que la banda se encuentra cada vez en 'mayor soledad' como consecuencia de la unidad de los partidos, que 'cada vez es más sólida', del apoyo al trabajo de las fuerzas de seguridad del Estado y del apoyo al Gobierno en la política antiterrorista. IU valoró también la unidad de todos los grupos políticos en la lucha contra ETA.

El Gobierno vasco y el PNV mostraron su rechazo al atentado y el portavoz de ese partido en el Congreso, Iñaki Anasagasti, lo calificó de 'locura sin sentido'.

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