Menos embalses y más desaladoras para riegos

Algunos de los nuevos embalses incluidos en el anteproyecto del plan hidrológico estaban ubicados en áreas protegidas. Por ello, tras el periodo de alegaciones, han desaparecido de la lista más de una docena que difícilmente hubieran superado una declaración de impacto ambiental. En su lugar se han incluido numerosas desaladoras, en línea con la propuesta del PSOE. Los ecologistas critican esta alternativa porque puede resultar onerosa para el medioambiente en la medida en que la combustión de energía fósil para obtener agua desalada genera gases de efecto invernadero. Tras el paso del proyecto por la Comisión Permanente del Consejo del Agua y el estudio de las alegaciones se han puesto sobre la mesa de debate numerosas cuestiones.

- Científicos en contra. Los informes de más de 130 científicos a los que se encargó su opinión sobre el plan no se han hecho públicos. El ministerio dice que la mayor parte de sus sugerencias se han incorporado al texto definitivo. Pero cuatro de los científicos participantes, vocales del Consejo Nacional del Agua, se manifestaron en contra y una se abstuvo. En un debate celebrado la semana pasada los expertos pusieron en duda los análisis sobre los recursos de las cuencas deficitarias. La mayoría acusó la ausencia de estudios sobre las aguas subterráneas. También sostuvieron que el plan no incorpora los nuevos conceptos de ahorro y eficiencia en el consumo.

- División agrícola. Mientras los regantes se sienten gratificados, las organizaciones agrarias no muestran la misma unanimidad. COAG y UPA mantienen que existe una gran incertidumbre sobre el precio que deberán pagar por el agua. ASAJA, por su parte está dividida. A nivel nacional apoya el plan, mientras la organización de Aragón lo rechaza con la misma firmeza que el presidente de la región.

- Respaldo europeo. El Gobierno confía en que una tercera parte de los casi cuatro billones de pesetas que costarán las inversiones se financiarán con fondos europeos. La visita del presidente aragonés, Marcelino Iglesias, a la Comisión Europea para explicar su rechazo al plan ha sentado mal en el Gobierno. Podría obstaculizar esta financiación. El vicepresidente de la comisión de medio ambiente del Parlamento Europeo ha dicho en España que el trasvase podría vulnerar tres directivas europeas, la de Hábitats, Aves y Aguas. El Gobierno lo ha desmentido. Dice que el trasvase ni siquiera está en fase de proyecto. Cuando llegue ese momento tendrá que someterse a declaración de impacto ambiental.