Gil considera 'un invento' la querella que le acusa de apropiarse de casi 5.000 millones

El juez Ruiz Polanco ha decretado el secreto del sumario. Sin embargo, fuentes de la investigación informan de que el fiscal anticorrupción Javier Sánchez Junco acusa a Jesús Gil, que ya se ha personado en la causa, y a dos de sus principales colaboradores, José Luis Jiménez y Juan Antonio Roca, de desviar entre 1991 y 1995 casi 5.000 millones de pesetas desde tres empresas del Ayuntamiento: Planeamiento 2000, Contratas 2000 y Jardines 2000. También les acusa de crear una trama empresarial para emitir cientos de facturas falsas que taparan el descubierto, con cuatro sociedades radicadas en Madrid: Canteras Nasok, Contratas Peninsulares, Dintak y Contratas El Plantío.

La Fiscalía considera que de esos casi 5.000 millones, más de 700 fueron a parar a cuentas de empresas de Gil, como Promociones Futbolísticas. Este punto había sido denunciado en octubre por el fiscal Carlos Castresana en unas diligencias que pidió al juzgado número 9 de Madrid, que instruye el caso Sermosa. Esta nueva querella pone en evidencia el sistema de gestión municipal en Marbella. Un informe de la Cámara de Cuentas de Andalucía de mayo de 1999 ya consideraba irregular la situación de las 11 sociedades creadas por Gil cuando llegó a la Alcaldía en 1991. Pero la Fiscalía de Málaga archivó las diligencias.

Tres horas duró ayer el registro del Club Financiero Inmobiliario, domicilio particular y sede de los negocios de Jesús Gil, por parte de una comisión judicial de 17 personas encabezada por el juez Ruiz Polanco. El titular del Juzgado Central número 1 de la Audiencia Nacional concluía así una investigación que inició sobre las nueve de la noche del pasado jueves en tres sociedades municipales, y que se prolongó hasta las 4.20 de la madrugada.

El magistrado buscaba soportes documentales que sustenten las imputaciones de la querella. Uno de los señalados en ella, José Luis Jiménez, fue un hombre de máxima confianza de Gil. Dirigió las compras del Ayuntamiento de Marbella, a través de la empresa Contratas 2000, y durante nueve años decidió el destino de miles de millones de pesetas. Su hijo, Mario Jiménez, fue teniente de alcalde y concejal delegado de Obras en la segunda legislatura del GIL. Tras las primeras investigaciones de la Fiscalía en este caso, los Jiménez desaparecieron de la ciudad. El tercer querellado, Juan Antonio Roca, desembarcó en Marbella a finales de los años 80. En 1992 se incorporó al equipo de Gil como gerente de Urbanismo, a través de la sociedad municipal Planeamiento 2000. Por sus manos han pasado los casi 500 convenios urbanísticos con los que Gil ha cambiado la fisonomía de Marbella.

Tras el registro del jueves, el juez Ruiz Polanco, que actuó porque estaba de guardia en la Audiencia Nacional, ha enviado este caso a reparto y el lunes se sabrá que magistrado instruirá la causa. Gil ha declarado que 'el asalto resulta de ciencia ficción' y 'no han conseguido nada' en el registro. 'Se han ido con el rabo entre las piernas, han hecho el ridículo y han dejado a la Justicia a los pies de los caballos'. El alcalde de Marbella atribuye 'la comedia' a una persecución del fiscal jefe anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo, al que acusa de 'engañar' al juez.