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Reportaje:

La agenda que hace temblar a Francia

Políticos de todos los partidos denuncian la publicación del listín telefónico del 'número dos' de Elf antes de pasar por la justicia

La difusión de amplios extractos de la agenda de teléfonos de Alfred Sirven, el ex número dos de Elf-Aquitaine, provocó ayer una pequeña tormenta política. '¿Cómo ha llegado esa agenda a manos de la prensa?', se preguntó el presidente de la Asamblea Nacional, el socialista Raymond Forni, quien denunció la 'justicia-espectáculo'. Daniel Vaillant, ministro del Interior, aseguró que no hay indicio alguno de 'disfuncionamientos' en el dispositivo policial encargado de custodiar a Sirven y se felicitó de haber cumplido 'el encargo de los jueces, que era conducir a su presencia a la persona que reclamaban'.

Las condiciones en las que la agenda de Sirven ha llegado a conocimiento público siguen siendo oscuras. El listín telefónico se encontraba en la casa habitada por Sirven a 60 kilómetros de Manila, donde fue detenido el viernes pasado por policías filipinos. Parece que los policías franceses destacados en Manila no supieron de la existencia de tal documento el día del arresto.

La agenda -60 páginas, de la marca Hermès- ha llegado a poder de los jueces cuando Sirven estaba ya en París, entregada por Paris-Match, la revista que, junto con el diario Le Parisien, trabajaron a la carrera para colocar el documento en Internet a lo largo del miércoles, sin esperar la salida de sus respectivas ediciones impresas.

El diputado liberal François d'Aubert consideró 'un tanto escandaloso' que se sospeche de los políticos por el simple hecho de que aparezcan en un documento. François Hollande, secretario general del Partido Socialista, insistió en que la agenda no prueba nada, mientras el portavoz de Unión por la República (RPR) se alegra de que ningún nombre de este partido figure en el listín. Pero el más rotundo fue Forni, el presidente de la cámara parlamentaria, quien denunció 'una justicia-espectáculo' constituida por 'una agenda que circula, el secreto de instrucción violado constantemente, magistrados que dan el espectáculo, policías que proporcionan elementos de información cuando eso no es su trabajo'.

Por si faltaba algo, en un país donde las cámaras de televisión, cámaras de foto y grabadoras están vedadas en las salas de audiencia -salvo permiso expreso del tribunal- varios periódicos se las arreglaron para lograr imágenes de Sirven en el interior de la sala donde compareció junto con Roland Dumas, su antigua amante y los demás acusados.

La difusión de la agenda del ex número dos de Elf-Aquitaine sólo confirma la amplitud de las relaciones establecidas por quien fue uno de los grandes jefes de empresa más importantes de este país. Pero también hay quien ve en ello un aviso de lo que podría llegar a suceder si Alfred Sirven se viera obligado a revelar los nombres de los que recibieron dinero procedente de las cuentas de Elf.

En todo caso, los políticos franceses y sus colaboradores, anotados en la famosa agenda, han declinado todo comentario o han explicado, a través de abogados o secretarias, que nada tiene de sorprendente que los números de las líneas de teléfono oficiales pudieran estar anotados allí. La prudencia predomina en todos, desde Charles Pasqua y otros ex ministros a los que fueron jefes de Gabinete de dos presidentes sucesivos de la República, Valéry Giscard d'Estaing y François Mitterrand. Entre medias de todos ellos aparecen anotados una serie de nombres de pila españoles (Pepe, Antonio, José María), todos a mano; y también uno francés, junto al que figuran anotados varios teléfonos de numeración española.

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