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Kostunica revisará la Constitución yugoslava para facilitar la extradición de Milosevic

La troika de la UE, integrada por la ministra sueca de Exteriores, Anna Lindh, el alto representante, Javier Solana, el comisario Chris Patten y la secretaria de Estado belga, Annemie Neyt, concluyó ayer una brevisíma visita de apenas seis horas. El viaje a Belgrado despertó una morbosa expectación por Solana, secretario general de la OTAN durante la guerra de Kosovo, y protestas en la víspera por parte de seguidores de Milosevic y ex combatientes comunistas. Éste sigue moviéndose libremente, en contra de lo que afirman las autoridades locales. Anteayer asistió y pronunció unas palabras en el funeral del ex ministro del Interior Zoran Sokolovic, encontrado muerto en el interior de su coche.

La delegación comunitaria se entrevistó al poco de llegar con el presidente Kostunica en el Palacio Federal, no muy lejos de la sede del partido socialista de Milosevic, bombardeada por los aviones de la OTAN en la primavera de 1999. Luego se reunió con el primer ministro serbio, Zoran Djindjic, a quien se le otorga más futuro que a Kostunica. Ambos son cofundadores del Partido Demócrata, embrión del movimiento DOS y vencedor de las elecciones presidenciales del pasado septiembre.

La troika transmitió en Belgrado el mensaje de los Quince de que continuará exigiendo el procesamiento internacional de Milosevic como condición para normalizar totalmente las relaciones con Yugoslavia, pero en un tono 'flexible y comprensivo'. 'A diferencia de EE UU, no hay de momento ningún ultimátum', señaló una fuente diplomática europea. El Congreso norteamericano ha dado de plazo hasta el 31 de marzo para aprobar la primera ayuda humanitaria estadounidense de 100 millones de dólares (unos 17.600 millones de pesetas). 'Hemos expresado nuestro interés en que haya una completa cooperación con el tribunal internacional de crímenes de guerra y lo que queremos ver ahora son resultados concretos de esta cooperación', declaró la ministra sueca Lindh, cuyo país ocupa este semestre la presidencia de la Unión.La parte yugoslava, y en especial Kostunica, informó de que el futuro procesal de Milosevic sigue siendo un tema muy difícil y de no fácil solución -'no queremos provocar una fractura en la sociedad'-. Sin embargo, en un comunicado oficial, la presidencia federal informó más tarde de que en la reunión con la UE se barajaron 'posibilidades y formas de cooperación sobre bases legales' con el tribunal de La Haya, incluida una revisión constitucional para posibilitar la promulgación de una ley de extradición que ahora no está recogida en su articulado.

Belgrado ha obtenido el respaldo de los Quince al proceso de reformas iniciado por el nuevo régimen y la voluntad de continuar con la ayuda económica de urgencia. El primer paquete de 200 millones de euros ya ha empezado a librarse -'con gran celeridad', destacó Patten- y están previstos 240 millones para el presente año.

Kostunica y Djindjic pidieron a la troika una mayor implicación europea en la pacificación del valle de Presevo, la zona sureña serbia limítrofe con Kosovo donde la guerrilla albanokosovar ha desatado la violencia. Belgrado ha pergeñado un plan de desmilitarización y de integración social de la minoría albanesa y quiere que la UE colabore incrementando el número de observadores civiles, hasta ahora muy escaso, que ha desplegado en Presevo con funciones exclusivamente de información. Albania discrepa respecto al plan.

En cuanto al futuro de Kosovo y Montenegro, fuentes europeas afirmaron que ambas partes se mostraron de acuerdo en que no es oportuno de momento abordar el futuro estatutario de la provincia autónoma, pero sí coincidieron en que los planes del presidente montenegrino de llevar adelante el proyecto independentista de la república, que junto con Serbia conforma actualmente Yugoslavia, resultaría un foco desestabilizador muy serio.

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[Los ex dirigentes serbobosnios Radovan Karadzic y el general Ratko Mladic podían haber sido apresados en 1996, pero Estados Unidos se opuso, según reveló ayer un general francés, informa Efe. 'Hubiéramos podido interceptarles en varias ocasiones' en 1996, 'pero los estadounidenses no estaban interesados en su detención', afirmó Jean Heinrich, comandante adjunto en 1996 de la SFOR, fuerza de la OTAN desplegada en Bosnia por los acuerdos de Dayton de 1995].

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