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España y Alemania pugnan por el plazo de los futuros fondos de cohesión

Carlos Yárnoz

Dirimir ese litigio puede ser crucial para España, el país más beneficiado actualmente por el Fondo de Cohesión. El problema se ha agravado porque, con uno y otro país, se han alineado una serie de Estados que ven peligrar sus intereses por razones opuestas. Así, la declaración presentada por España ha sido suscrita también por Grecia y Portugal, los otros países receptores de fuertes cantidades del Fondo. Por el contrario, la contradeclaración alemana ha sido firmada también por Holanda, Austria y Dinamarca; es decir, por Estados aportadores netos al presupuesto.

Hasta ahora, las perspectivas financieras de la UE, que incluyen el capítulo dedicado al Fondo, se han aprobado siempre por unanimidad de todos los Estados miembros. Las últimas, para el periodo 2000-2006, se aprobaron en Berlín, y a España le correspondieron 9,3 billones de pesetas, entre fondos estructurales y Fondo de Cohesión. En la cumbre de Niza hubo una fuerte presión de los países más ricos, especialmente Alemania, para que esas perspectivas presupuestarias pasaran a ser aprobadas por mayoría cualificada, poniendo fin a la 'cultura del veto'.

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Ante las presiones existentes, España presentó una fórmula intermedia, según la cual las perspectivas financieras, junto a los citados fondos, se aprobarían por última vez por unanimidad para el periodo 2007-2013 y a partir de entonces se haría por mayoría cualificada. Así quedó registrado en el texto provisional de la anterior presidencia de la UE, la francesa. Con esa fórmula, España se aseguró que sólo a partir de 2013 se distribuirían los fondos por mayoría, pero seguía conservando el poder de bloquear cualquier decisión relativa al periodo 2007-2013.

Sin embargo, los juristas de la UE advirtieron después que en un texto de esas características no se podía prejuzgar un periodo concreto presupuestario, porque condicionaba incluso la voluntad de los futuros legisladores. Por eso, y en el texto definitivo presentado por Francia, se acabó suprimiendo la referencia a periodo temporal alguno. Sí se respetó que las próximas perspectivas financieras se aprobarán por unanimidad, pero ya sin limitación temporal, de forma que cabría la posibilidad de que en 2007 se aprobara una distribución de fondos para sólo cinco años, como ya se ha hecho en alguna ocasión en el pasado, o incluso para un periodo menor.

Normas comunitarias

Ante semejante peligro, el Gobierno español ha decidido redactar la citada declaración. Una vez redactada, y en cumplimiento de la norma comunitaria, el texto fue distribuido al resto de los Estados miembros. Fue entonces cuando Alemania, junto a los citados países, elaboró la 'contradeclaración'.

Los líderes de los Quince volverán a reunirse el próximo 26 en Niza; en esa ocasión, sólo para asistir a la firma solemne del nuevo tratado. En ese momento, también dejarán constancia oficial de las mencionadas 'declaración' y 'contradeclaración'. A partir de ahí, las espadas quedarán en alto, especialmente en 2006, cuando haya que dirimir semejante litigio.

Para entonces, y sobre todo porque ya se habrán producido nuevas incorporaciones de países a la UE, para España seguirá siendo un tema fundamental el del reparto de los fondos, teniendo en cuenta que algunas regiones españolas, como Andalucía o Extremadura, seguirán entre las beneficiadas.

La pugna protagonizada ahora por España y Alemania se suma a otras anteriores, como en el porcentaje de votos para bloquear una decisión en el Consejo de la UE.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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