Rato asume como propio el modelo Zaplana de financiación de las comunidades autónomas
Durante su intervención, Rato se preguntó en voz alta: '¿Corresponsabilidad?, se puede avanzar. ¿Suficiencia financiera?, imprescindible. ¿Solidaridad?, esencial', Pero, a continuación, puso enfásis en los criterios de estabilidad presupuestaria que tienen previsto imponer el Gobierno por ley y apuntó que la nueva norma responde a un acuerdo alcanzado en 1996 y 1997, cuando los responsables de las Administraciones autonómicas y regionales asumieron como propio el objetivo de déficit cero.
Miquel Roca, ponente de la Constitución por CiU, había puesto el dedo en la llaga cuando planteó a Eduardo Zaplana la necesidad de añadir un último capítulo a su libro referido a la estabilidad presupuestaria que pretende imponer el Gobierno. 'Si te financian y luego te estabilizan, bien, pero si primero te estabilizan y luego te financian mal, ni siquiera podrás recurrir a la deuda', dijo.
Rato no dejó escapar el reto y expuso su criterio sin pestañear. Según su versión, el Consejo de Política Fiscal y Financiera, el órgano en el que se negocia la financiación autonómica, acordó en 1996 la bondad del déficit cero. Así, la ley que ahora tramita el Congreso responde a un amplio acuerdo previo.
Para sustentar su posición, Rato recurrió a las muñecas rusas y recordó que el 'contexto europeo' está por encima del estatal, como el estatal por encima del autonómico. Comentó que las arcas públicas se nutren de los impuestos ciudadanos y aventuró que los contribuyentes quieren buenos servicios, pero también empleo, prosperidad económica y pocos impuestos. Para rematar sus advertencias sobre la responsabilidad en el control del gasto público, Rato recordó que las autonomías no viven en un mundo aparte, como parecen olvidar muchas veces los políticos.
Rato pasó por encima de las propuestas de Zaplana y sugirió que caían por su propio peso, aunque destacó la valentía de la iniciativa. Tampoco abundó sobre sus comentarios sobre el modelo de Estado, que abordó como los de un 'compañero de partido'.
Roca, sin embargo, sí subrayó la novedad que entraña que un presidente autonómico en ejercicio formule una propuesta de financiación para el conjunto del Estado y subrayó la voluntad expresa de Zaplana de 'proyectar' el desarrollo del Estado de las autonomías hacia el futuro, sobre todo en lo relativo a las relaciones con la Unión Europea.
Zaplana se mostró discreto. Bromeó con el editor del libro y apostó por alcanzar un acuerdo de consenso sobre la distribución de fondos del Estado. Eludió asumir en primera persona un tono reivindicativo, pero sí aludió a Juan José Lucas, presidente de Castilla León presente la sala, para subrayar que 'defenderá con toda legitimidad los intereses territoriales de su región', en principio opuestos a los valencianos.
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