El primer laboratorio estadounidense de la estación espacial ya está en órbita
El 'Destiny' permitirá la puesta en marcha de diversos experimentos
En el transbordador van cinco astronautas. Dos de ellos se ocuparán, en tres paseos espaciales, de instalar el Destiny. El lanzamiento ha sufrido una retraso de casi tres semanas respecto al calendario previsto, debido a un problema técnico detectado en el Atlantis.
Desde que se puso en órbita el primer módulo de la ISS, a finales de 1998, las misiones realizadas en la estación se han dedicado a preparar su habitabilidad y garantizar la seguridad de los astronautas, instalando y poniendo en funcionamiento sistemas de suministro de agua, electricidad, aire y comunicaciones. Ahora, el Destiny, uno de los seis laboratorios que tendrá la estación cuando se complete su construcción, supone el primer paso importante para poder hacer allí experimentos, ha señalado la NASA.
Tres astronautas, el estadounidense Bill Shepherd y los rusos Yuri Gidzenko y Sergei Krikaliov, que forman la primera tripulación permanente de la ISS, darán la bienvenida en órbita -a 370 kilómetros de altura- a los colegas del Atlantis, capitaneados por el veterano Kenneth Cockrell como comandante de la misión. Le acompañan el piloto Mark Polansky, la ingeniero de vuelo Marsha Ivins y los especialistas Bob Curbeam y Tom Jones, que realizarán los paseos espaciales.
Durante las salidas al espacio abierto previstas, Curbeam y Jones se encargarán de hacer unas cien conexiones entre el Destiny y el módulo estadounidense Unity de la ISS para garantizar la transmisión de datos, el suministro de energía y otros enlaces entre el nuevo laboratorio y el resto de la estación. Además, los dos astronautas ayudarán a su colega Ivins, que manejará el brazo robótico del transbordador para sacar de su bodega el laboratorio y colocarlo en la escotilla de enlace del Unity. Ivins tiene una tarea muy difícil, puesto que no tendrá visión directa de esa escotilla y tendrá que orientarse mediante las cámaras de vídeo y lo que le digan sus dos colegas desde el exterior de la nave.
El trabajo científico no comenzará inmediatamente en el Destiny. Los 13 módulos científicos que alojará -cada uno del tamaño de una nevera- supondrían un peso excesivo en el lanzamiento del nuevo laboratorio y se enviarán e instalarán en el futuro. Por ahora, el espacio añadido a la estación que supone el nuevo módulo se utilizará como almacén.
Además, los sistemas de vuelo a bordo del Destiny permitirán apuntar los paneles solares de la estación hacia el Sol sin utilizar los propulsores, lo que va a suponer un ahorro importante de combustible. Para Shepherd, Guidzenko y Krikaliov, la del Atlantis será la segunda visita que han recibido desde que llegaron a la ISS el pasado 2 de noviembre.
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