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Reportaje:

Ventas a pie de olivo

Una delegación de empresarios y agricultores japoneses visita Martos para promover intercambios comerciales

Vender aceite a pie de olivo. Es lo que el alcalde de Martos, José Saavedra (PSOE), intentó hacer ayer con una delegación comercial japonesa, compuesta por 10 empresarios, agricultores e investigadores, que visita esta localidad jienense durante dos días para promover intercambios comerciales y técnicos.

En Japón no llegan al centenar las hectáreas de olivar cultivadas, frente a los 60 millones de olivos que tiene Jaén. Casi la totalidad del aceite que utilizan lo importan, pero fundamentalmente de Italia. Cambiar esta tendencia es lo que pretende ahora la Consejería de Agricultura y Jetro, la agencia para la importación nipona.

La delegación japonesa llega de la isla de Shodo. La visita comenzó ayer con un una recepción en la sede del Ayuntamiento, un paseo por la localidad y un primer acercamiento al olivar durante la campaña de recolección de la aceituna. Los miembros de la delegación japonesa Kiyoshi Mokutani, Kinoshita, Inoue, Matsuo, Tetsuo Mokutani, Shiota, Takagui, Shibazari y Kamo llegaron pasada la una de la tarde a un carril que desemboca en un olivar donde aún están recogiendo aceituna.

La expedición tenía previsto ver la recolección, pero llegaron a la hora del bocadillo y apenas pudieron entender un proceso que en Japón no es habitual. No se echaron atrás y, pantalones recogidos para intentar evitar el barro del suelo, la emprendieron con las varas en el olivar haciendo caer la aceituna al suelo. Probaron en carne propia, aunque apenas durante unos minutos, el sudor que cuesta hacer llegar el aceite a los consumidores.

En Japón, explicó Pedro Gallego, director general del Instituto de Fomento de Andalucía en Tokio, no recolectan como se hace en Andalucía. Utilizan para arrancar la aceituna las mismas técnicas niponas que se aplican en árboles autóctonos, e incluso la poda que realizan a un olivo sigue las enseñanzas tradicionales japonesas.

Ellos aprenderán en Jaén cómo se recoge la aceituna correctamente y cómo funcionan las almazaras en las que se transforma la aceituna en aceite. También aprenderán sobre las plagas que padecen los olivos japoneses a consecuencia de la humedad. A cambio, los andaluces quieren que no sólo se lleven aceite a granel, sino marcas y botellas; poder utilizar sus redes comerciales, centradas fundamentalmente en el aceite de soja, y tecnología.

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'Tenemos mucho interés en intercambiar información técnica y los empresarios, en aumentar la importación', resaltó Kiyoshi Mokutani, presidente de la Asociación del Olivo de Ozushima y de la empresa Marushima.

La intención del responsable de la oficina de la Junta en Tokio es que las importaciones andaluzas crezcan haciendo sombra a las italianas. Son los restaurantes de este país europeo los que han 'puesto de moda' el consumo de aceite en las comidas niponas. Además, explicó Pedro Gallego, los italianos han conseguido identificar el aceite con su país y en las estanterías de las tiendas aparecen las botellas junto a banderas italianas.

La lucha por el mercado japonés es dura. Consumen tan sólo medio kilo de aceite al año por persona, frente a los 13 de media de España. El panorama es más duro cuando en el consumo nipón se cuenta el aceite que se utiliza para cosmética o para en envasado en lata. 'En las cocinas, prácticamente, no se conoce', advirtió Gallego. Los japoneses consumen mermelada de oliva, chocolate y pasta elaboradas con aceite y aceitunas glaseadas.

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