Tabacalera estima que debe recolocar a 80 trabajadores de Valencia
El inminente cierre de la fábrica que Tabacalera Española (ahora Altadis) posee en el centro de la ciudad de Valencia forzará a la empresa a recolocar a 80 trabajadores de los 120 que sirven en la actualidad en las históricas instalaciones ubicadas en la calle Amadeo de Saboya de la capital.
Pablo Isla, presidente de Altadis, acudió ayer al Ayuntamiento de Valencia para analizar los futuros usos del edificio y recordó que la empresa ofrece ayudas de vivienda en torno a cuatro millones de pesetas a todos los trabajadores que estén dispuestos a trasladarse a las nuevas instalaciones de Tabacalera en Alicante. Isla explicó que es imposible conocer el número exacto de trabajadores que rechazarán la oferta, pero fuentes municipales confirmaron que Altadis estima que afrontará la negativa de dos tercios de su actual plantilla en Valencia. Isla explicó que Altadis ha trasladado a una consultora especializada en recolocación de personal la tarea de reubicar a los trabajadores que rechacen el traslado.
Una de las posibilidades para recolocar al personal pasa por el estudio de los usos futuros del edificio. Isla y otros tres altos ejecutivos de Altadis se entrevistaron con Rita Barberá, alcaldesa de Valencia, y tres concejales para analizar la situación de las instalaciones de la fábrica, que ocupan una manzana de 23.840 metros cuadrados en una de las mejores zonas de la ciudad.
Protección municipal
La mayor parte de las instalaciones de Tabacalera están sometidas a un régimen de protección que obliga a respetar las fachadas y algunos elementos singulares de la actual fábrica.
Barberá comentó que carece de sentido mantener la actual calificación de suelo industrial que corresponde a las instalaciones de Tabacalera. Y evitó precisiones, pero parece claro que las instalaciones serán recalificadas para permitir su explotación como centro de ocio o negocio.
La promotora Riofisa había desarrollado diversos estudios para Altadis, tanto para la fábrica de Valencia como para otras instalaciones de la empresa dispersas en varias capitales del Estado. En el caso de Valencia se planteó la posibilidad de adaptar las instalaciones para acoger dos hoteles de cinco y cuatro estrellas, un centro comercial y otro de negocio. La superficie del complejo permite construir varias salas de conferencias, salas de cine e incluso pistas deportivas.
Isla y Barberá se limitaron a comentar ayer que Altadis y el Ayuntamiento de Valencia cooperarán para buscar una alternativa de empleo a los trabajadores de Tabacalera que rechacen el traslado y para definir el futuro uso de la fábrica. En primer lugar, técnicos municipales segregarán los edificios que no están sujetos a especial protección. Fuentes de Altadis sugieren que Barberá aspira a una reconversión emblemática del conjunto, mientras que la propia alcaldesa se limitó a recordar que la parcela es propiedad de la empresa.
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