Acuerdo necesario
La casualidad ha querido que el debate que sobre el fenómeno de la inmigración se va a celebrar esta semana en el Parlamento andaluz coincida con el primer aniversario de los sucesos de El Ejido. Un año después apenas se han traducido en hechos los compromisos adquiridos en su día por las distintas Administraciones implicadas, salvo avances evidentes que se han registrado en materias como sanidad o educación, según las conclusiones del grupo de eurodiputados que han visitado durante estos días la zona.
Así que el debate viene precedido de los antecedentes suficientes como para que unos y otros dejen a un lado el camino fácil de la demagogia ante un problema tan complejo como éste y traten de encontrar vías de entendimiento y acuerdo. Por lo manifestado por parte del Gobierno andaluz, al menos con ese talante se afronta la cita pero está por ver si a esa oferta de poner en marcha un plan integral se responde con voluntad de entendimiento y con objetivos concretos a conseguir. Es más, teniendo en cuenta que la presidenta regional del PP, Teófila Martínez, hace valer siempre en estas discusiones su anterior condición de inmigrante a Venezuela, parece claro que existe la sensibilidad suficiente como para adivinar que al menos hay deseos de no salir de vacío de esta sesión plenaria.
Así que la consabida confrontación tal vez quede para otros asuntos que aparecen con más aristas, como pueden ser la Ley de Cajas, la financiación autonómica o el Plan Hidrológico Nacional. En cuanto a las cajas, la semana puede que ofrezca más de una novedad. Se espera que la consejera de Economía, Magdalena Álvarez, dé a conocer la resolución por la cual se aprueban los estatutos de la Caja San Fernando, El Monte y Unicaja.
Una gran Caja
Luego deberá venir la renovación de los órganos de gobierno de estas entidades, paso que, a tenor de lo manifestado por el presidente andaluz, Manuel Chaves, debe ser previo a cualquier otra decisión de fusión de las cajas. Habrá que comprobar si este criterio se mantiene hasta el final, pero lo que sí parece claro es que los socialistas van cambiando a marchar forzadas. Ya no hablan de caja única sino de una gran caja de Andalucía. Tampoco de un proceso simultáneo de fusión sino por fases, permitiendo la creación de una sola entidad en Sevilla, con la fusión de las dos existentes y la creación de otro conglomerado con Unicaja, la General de Granada y la de Jaén, para en un futuro inmediato proceder a la constitución de esa otra gran caja.
Por medio, pactos para crear plataformas conjuntas que fortalezcan el sistema financiero andaluz, potenciando la obra sociocultural o la participación en sectores industriales. Ése es el diseño mínimo que dibuja un PSOE que quiere cerrar cuanto antes la pesadilla en la que se ha convertido la aplicación de la Ley de Cajas. Un modelo que, en cualquier caso, no está exento de que acabe atascado por los fuertes intereses que genera esta cuestión.
En cuanto a la financiación autonómica, estamos prácticamente en las mismas que en la anterior legislatura. Se abre paso un nuevo modelo de financiación sin determinar la cantidad final que correspondería a Andalucía, se emplee uno u otro método, y sin que tampoco se lleve a cabo un reconocimiento explícito del censo real de población. Con este panorama por delante, no es difícil aventurar que nos situamos de nuevo ante un encontronazo institucional, de ahí que los consejeros de Economía y Hacienda socialistas se reúnan estos días en Extremadura para coordinar una posición mínimamente coherente.
Una coherencia que el Partido Popular interpreta se ha llegado a quebrar en el bando del PSOE con el caso del Plan Hidrológico Nacional. Se espera con interés la visita a Almería del ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas. Un encuentro que puede servir para eliminar las reticencias que se plantean en la zona a este documento por no resolver hasta ahora el déficit hídrico que vienen padeciendo.
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