Valdemingómez rebasó el límite de dioxinas sólo durante cuatro horas, según el Ayuntamiento

El responsable municipal de Medio Ambiente expuso ayer los resultados del informe técnico elaborado por los especialistas municipales, y remitido ya al Gobierno regional, sobre las causas que provocaron que una medición realizada por la Comunidad en la incineradora de Valdemingómez arrojara un nivel de dioxinas 15 veces superior al permitido. La medición se realizó el 12 de diciembre, pero sus resultados no llegaron a la Comunidad hasta el 25 de enero, fecha en la que el Gobierno regional ordenó el cierre del horno en el que se había detectado la anormal emisión de dioxinas. También exigió al Ayuntamiento que elaborara, en el plazo de 10 días, un informe exhaustivo del funcionamiento de toda la planta a fin de descubrir el fallo.

Tras las primeras investigaciones, los técnicos descartaron que el origen del aumento de las dioxinas estuviera en el tipo de basura quemada el 12 de diciembre: 'El tipo de residuo que se utilizó como combustible era similar al del resto del año', reza el informe. Tampoco pudo deberse al aumento de plásticos. 'El contenido de plásticos ha ido disminuyendo paulatinamente desde el año 2000', explican los técnicos. En la depuración de gases tampoco se encontró fallo alguno.

Válvula estropeada

Pero los técnicos sí localizaron una anomalía en los filtros de carbono por los que pasan las emisiones de la incineradora antes de salir al exterior por la chimenea. Uno de estos filtros, según pudieron saber los especialistas, no funcionó durante cuatro horas como máximo el día 12. De modo que los humos pasaron a la atmósfera sin ser purificados previamente por el carbón activado. Una válvula atascada tuvo la culpa. Ya aquel mismo día, los operarios de Valdemingómez, que cada cuatro horas revisan este sistema, subsanaron la avería. Pero, según especifican los técnicos del Ayuntamiento, arreglaron el fallo 'después' de que la Comunidad tomara las muestras de dioxinas.

Como conclusión, el informe señala que el error es 'un hecho puntual y aislado, siendo la primera vez en todos los años de funcionamiento de la planta en que se detecta un incidente similar'. García-Loygorri añadió que el sistema de detección de fallos en las válvulas que conducen el carbón activado ha sido mejorado 'de manera que descubre ahora automáticamente cualquier anomalía en este sector'. 'Se ha colocado un sistema de alarma que dará un aviso visual y acústico en la sala de control, donde se encuentra un operador 24 horas al día', añadió.

El concejal de Medio Ambiente especificó que la emisión durante cuatro horas el 12 de diciembre de 1,4 dioxinas por metro cúbico 'no tiene ningún efecto nocivo en la salud'. De hecho, dijo, las dioxinas son peligrosas en porcentajes mil veces más elevados que el detectado esa fecha.

La pelota está ahora en en tejado de la Consejería de Medio Ambiente, según explicó García-Loygorri. 'Nuestro deber era elaborar un informe, que ya está, entregarlo a la Comunidad, que ya lo tiene, y arbitrar una serie de medidas, que ya están en marcha, y que, entre otras cosas, incluyen la alarma del filtro de carbón activado y recoger muestras de dioxinas semanalmente, cuando ahora se hacía sólo cada cuatro meses', aseguró el edil, que añadió: 'La Comunidad debe decirnos ahora cuándo podemos poner de nuevo en marcha el horno parado'.

Por su parte, Cristina Narbona, portavoz adjunta del PSOE en el Ayuntamiento, exigió el cierre de la incineradora para evitar nuevos errores. 'La incineradora es una instalación inútil, que sirve sólo a la empresa que la gestiona, pero en ningún caso a los madrileños', aseguró.